MURCIA, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Colegio Oficial de Psicología de la Región de Murcia (COPRM), cuya decana es María Fuster, considera "un importante avance en la creación de dispositivos especializados, por parte de la CARM, con beneficio para familias de la Región de Murcia con menores en situaciones de riesgo estableciéndose el compromiso obligado a cuatro años y por demarcaciones territoriales", en referencia a la publicación el pasado 28 de julio de la orden de la Consejería por la que se aprueba el modelo de acuerdo de concierto social para la prestación de los Servicios Comarcales de Apoyo a las Familias en la Región de Murcia.
Esta orden supone el desarrollo regulador para la prestación de los Servicios Comarcales de Apoyo a las Familias, dentro del marco de la concertación de entidades del tercer sector. Por tanto, la decana celebra que por "primera vez se regule un dispositivo con la obligatoriedad de la composición de equipos interprofesionales dependientes de los servicios especializados de la dirección general competente, con unas ratios mínimas para los distintos perfiles, donde se encuentra incluido el perfil del profesional de la Psicología".
Por ello, manifiesta su deseo de que este "sea el inicio de una estabilización definitiva que pase por ser recogida en su Catálogo de prestaciones y servicios, del que estamos pendientes de conocer su contenido".
Por su parte, Cristina Pastor, responsable del área de Psicología de la Intervención Social del COPRM, advierte de que en la región de Murcia, según los datos publicados por la Consejería relativos a 2022, se cifraba un total de 2.078 casos, de los que 1.039 lo eran en posible situación de desprotección, 287 notificaciones de situaciones de riesgo y 752 expedientes de desamparo.
Además, apunta que "este último dato supone una subida respecto a 2021 (696 expedientes) del 8 por ciento, teniendo en cuenta que los casos con declaración de desamparo son los más graves y conllevan la retirada inmediata como mandato legal, por suponer una medida de protección inmediata en situaciones donde se considera que se pone en peligro la integridad del menor".
Por todo ello, declara que "estos equipos son imprescindibles para actuar, frenar, paliar y recuperar situaciones tan graves que afectan al desarrollo integral de los menores".
Al respecto, Fuster insiste en que incluir la figura del profesional de la psicología incluida con una ratio mínima definida (un psicólogo/a por cada 40 casos; siendo la ratio de un educador social por cada 20; y de un trabajador social por cada 40), "supone un avance para los servicios especializados competencia de la CARM, porque al prestar una atención tan necesaria e importante deben contar con suficiente rigor profesional, una clara definición de funciones y unas condiciones laborales de los profesionales adecuadas".
Asimismo, la decana prevé que "la implantación progresiva que establece la citada orden va a quedar sobrepasada habida cuenta de los números de los casos informados, no obstante, "es un comienzo y en el Colegio le damos la bienvenida".
La decana reconoce que "la asignatura pendiente sigue siendo los servicios sociales de atención primaria, desde donde trabajar tempranamente".
Finalmente, añade que el COPRM "lleva mucho tiempo reclamando la importancia del desarrollo comunitario para que estas situaciones de riesgo no se consoliden, ya que consideramos fundamental apostar por la prevención en un ámbito tan delicado y vulnerable como la infancia y adolescencia, habida cuenta de la situación actual, incluyendo la perspectiva psicológica en las políticas públicas, y para ello es esencial establecer también ratios mínimas para el profesional de la Psicología en los servicios sociales de atención primaria dentro del Catálogo de servicios y prestaciones de los servicios sociales de la Región de Murcia".