11-M.- El regente de Bazar Top dice que la persona que adquirió los móviles tenía "poco pelo" y aspecto "búlgaro"

Actualizado: miércoles, 21 marzo 2007 12:56

MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

Rakesh Kumar, la persona que regentaba el comercio donde supuestamente los terroristas adquirieron los teléfonos móviles que emplearon en las bombas, afirmó hoy que fue una persona "con los dientes un poco separados" y "con poco pelo" quien adquirió las 10 unidades que se utilizaron posteriormente en la masacre del 11-M.

En su declaración hoy ante el tribunal, Rakesh Kumar explicó que no reconoció a ninguno de los acusados en el proceso e incidió en que la persona con quien trató el día 3 y 4 de marzo de 2004 tenía aspecto "búlgaro".

Durante su comparecencia, el testigo señaló que la persona descrita se presentó el 3 de marzo del 2004 acompañada por otro hombre para adquirir móviles con objeto de "repartirlos en una empresa de construcción". Dijo que aunque en un principio le ofreció otros modelos, este individuo al final adquirió el modelo Trium 110 y precisó que los compradores concretaron que no necesitaban facturas.

De hecho, su hermano Suresh Kumar, propietario del comercio, explicó también en su comparecencia posterior que ese modelo era "el más barato" porque tenían muchas unidades disponibles. Éste también precisó que no conocía a la familia Ahmidan a pesar de que su domicilio en el Cerro de Los Ángeles era cercano a la vivienda de la familia de alias de Jamal Ahmidan 'El Chino'

Rakesh explicó que el día 3 de abril esta persona adquirió tres unidades de ese modelo -uno por la mañana y otros dos por la tarde_y que al día siguiente el mismo individuo volvió de nuevo para comprar otros seis teléfonos. Finalmente, el 6 de abril acudió por última vez el mismo individuo para adquirir "un reloj, cintas para cámaras digitales y otro teléfono móvil", señaló.

Los dos hermanos regentaban el comercio 'Bazar Top' que disponía de varias sucursales, una de ellas situada en la Avenida Real de Pinto en el distrito de Villaverde, donde supuestamente se adquirieron los teléfonos que se emplearon como iniciadores de los artefactos que explosionaron el 11 de marzo de 2004.

Ambos testigos fueron inicialmente imputados en la causa pero no procesados. Durante su comparecencia, se analizó el libro de anotaciones donde Rakesh registraba los códigos de los teléfonos adquiridos. Allí se registraron los Emay de dichas unidades sin señalar la fecha en la que fueron adquiridos.

De hecho, en dicho registro únicamente figuran teléfonos adquiridos por otras personas en las fechas 8 y 9 de marzo del 2004, lo cual suscitó ciertos interrogantes en las defensas particulares. Fue el caso del defensor de Jamal Zougam, José Luis Abascal, quien interrogó al testigo para que le explicara los saltos temporales que contenía el registro.

Rakesh Kumar, explicó que el libro era una especie de "diario" donde anotaba todo tipo de incidencias.

Ante la información poco clara ofrecida por el testigo el presidente del tribunal, pidió al secretario de la sala que localizara el libro original para comprobar esas anotaciones. El funcionario indicó, no obstante que la prueba no estaba disponible actualmente, y tras aclarar Rakesh Kumar que no se le había devuelto ese documento, Javier Gómez Bermúdez llamó la atención al personal judicial e instó a localizar la prueba en cuestión. "Señor secretario, consta como pieza y en algún lado tiene que estar", insistió.

EL CUÑADO DE SURESH KUMAR

El imputado y finalmente no procesado en los atentados Vinay Kholi, cuñado de Suresh Kumar, precisó hoy que el 3 de marzo recibió una llamada de Rakesh Kumar que le encargó que enviara a liberar siete teléfonos móviles.

Al día siguiente, el 4, envió a uno de sus empleados para que realizara el encargo. Los móviles se liberaron en aquella misma jornada y posteriormente se mandaron a la tienda de los Kumar en la Avenida Real de Pinto, en Villaverde.

En un momento de esta declaración la abogada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Manuela Rubio, preguntó al testigo por la existencia de una causa abierta en su contra en relación con un delito de asesinato de otro ciudadano hindú en 2001, de la que se le informó coincidiendo con su declaración relativa al 11-M en los juzgados. El presidente del tribunal, Javier Gómez Bemúdez, intervino para preguntar a la letrada la relación de este delito con la actual causa.

Ante los titubeos de Rubio, Gómez Bermúdez acabó solicitando a la abogada de la AVT que formulara "su idea concreta". La letrada no logró tampoco en esta ocasión plantear la pregunta. "Lo que le quiere usted preguntar es si se sintió intimidado en su declaración por esta imputación", dijo el presidente del tribunal entonces. "Está bien, se lo pregunto", dijo entonces la abogada.

Para aclarar este punto se procedió a la lectura de la declaración del testigo y quedó aclarado que se le informó sobre la acusación de asesinato al término de la misma.

MÓVILES LIBERADOS

A continuación declaró Ayman Maussili Kalaji, ex policía nacional perteneciente a la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) y propietario de una empresa dedicada a la reparación y liberación de móviles.

El testigo precisó que, en cuanto a su labor como policía, se encuentra actualmente "jubilado" y que abandonó su puesto por "problemas en el trabajo". Concretó, además que nunca le han llamado de su antigua unidad "en relación con el 11-M". No obstante reconoció conocer a dos de los acusados por su relación con los atentados, Mouhannah Almallah Dabbas y su hermano Moutar.

El 17 de marzo la policía le informó que los móviles de Bazar Top se habían liberado en su tienda. Al comprobar los registros comprobó que por encargo del comercio de los indios se habían liberado 12 teléfonos el día 4 de marzo de 2004 y 4 más el día 8 de ese mismo mes. Indicó que en el momento en que se produjeron los atentados contaba con 18 empleados a su cargo.

El testigo precisó a preguntas de las defensas que en su declaración en el complejo policial de Canillas se identificó como policía y de hecho "llevaba la pistola". Concretó además que declaró, también como testigo, en el proceso abierto tras la desarticulación de la célula islamista liberada por Abú Dahdah en diciembre de 2001, a favor de uno de los acusados.

El policía nacional reconoció además, preguntado por letrados de las defensas, que recibió formación militar especializada en Siria y que asistió en Rusia a un curso impartido por el ejército. Precisó que portaba su pistola en la declaración porque Un oficial de policía no se quita el arma cuando sale del trabajo

También subió al estrado el empleado encargado de llevar los móviles desde Bazar Top a la empresa de liberación de los aparatos, Washington Mauricio Cuenca, que indicó que el 4 de marzo el número de móviles que llevó fue muy elevado, aunque no supo especificar el número exacto.