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PALMA DE MALLORCA, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
El conocido periodista Antonio Alemany, uno de los seis acusados en el primer juicio que se celebra desde ayer dentro del caso Palma Arena por su contratación presuntamente irregular a través de la agencia Nimbus para encubrir los fondos públicos que percibía por elaborar los discursos del expresidente Jaume Matas, ha defendido que "lo más lógico del mundo fue que Nimbus me contratase a mí".
"No pretenderá usted que sea el señor Grosske quien hiciera sus discursos", ha espetado el articulista en referencia al exlíder de Esquerra Unida, Eberhard Grosske, a preguntas del fiscal Juan Carrau.
Así lo ha puesto de manifiesto durante su intervención en la vista oral, donde se ha acogido a su derecho de no declarar a las preguntas de la Abogacía de la Comunidad Autónoma "por indignación y queja de que se haya personado en esta causa", y donde ha explicado que fue el administrador de Nimbus, Miquel Romero, quien se dirigió a él para hablarle de un concurso público que había ganado su agencia y proponerle que realizara los discursos de Matas.
"Supongo que el presidente le había comentado previamente a Romero que yo era quien los redactaba", ha incidido. "Sabía que Nimbus se había presentado a un concurso y que lo había ganado, pero lo supe cuando me lo dijo Romero", a pesar de que éste, también acusado, afirmó ayer que Alemany ya estaba al tanto con anterioridad y que la intención era enmascarar los pagos por los discursos. "Lo que no sabía era que se correspondía con la cosa esa rara de la imagen corporativa", ha relatado el articulista en referencia al objeto para el que formalmente fue convocado el concurso y que era impulsar un proyecto de asesoría externa e imagen corporativa.
En esta misma línea, ha negado de forma tajante que Romero le pidiese una comisión del 5 por ciento por la mediación de esta agencia como tapadera entre el Gobierno balear y el periodista. Al respecto, Alemany ha asegurado que "jamás hubiera tolerado este hecho puesto que nunca he pagado comisión alguna por un trabajo profesional".
Al ser preguntado si es práctica habitual que un presidente nombre a asesores para sus discursos, Alemany ha respondido de forma afirmativa al aseverar que "todos los políticos del mundo son hombres de acción y no tienen tiempo que perder", por lo que requieren de la labor de quienes les redactan sus intervenciones.
De hecho, el acusado, para quien la Fiscalía pide por estos hechos cinco años y medio de cárcel, ha recordado que cuando Matas era ministro de Medio Ambiente ya había elaborado para él unos tres discursos -uno de ellos sobre el Plan Hidrológico Nacional-, que facturó al Ministerio.
En su declaración, en la que ha recordado que conoció a Matas durante una comida en una finca en las postrimerías de su primer mandato y donde ha definido su relación con el expresidente como "profesional y de confianza, pero no de amistad", ha recordado que en 2003 se ofreció para hacerle gratis el discurso de investidura, ofrecimiento que Matas aceptó y tras el cual sucedieron el de los primeros cien días y el de la toma de posesión en el Consolat, que se facturaron de forma independiente y separada.
"Matas me encargó los discursos pero no hablamos de cómo serían retribuidos, sólo de los baremos que marcó la señora Umbert", ha apostillado Alemany, en alusión a la exjefa de gabinete del exlíder del PP, Maria Umbert.
Al respecto, ha manifestado que por estos primeros discursos las cantidades que percibió -unos 1.300 euros por cada uno- "me parecía poco", si bien ha justificado que si llegó a cobrar unos 4.400 euros mensuales tras ser subcontratado por Nimbus fue porque "se trataba de unos trabajos continuos, serios y solventes y, además, había unos 8.000 libros de biblioteca detrás".
EN MIS ARTÍCULOS ESCRIBO LO QUE ME DA LA REALÍSIMA GANA"
Mientras tanto, al ser interrogado por los artículos que redactó en los medios de comunicación en los que colaboraba y que, según la acusación, fueron utilizados para ensalzar de forma paralela la actividad política de Matas, ha recriminado que la Fiscalía "se haya fijado únicamente en 250 de un total de 580.000 palabras de mis artículos", en los que, ha enfatizado, "escribo lo que me da la realísima gana".
De hecho, ha incidido en que durante su trayectoria ha sido un periodista "religiosamente independiente que nunca ha escrito al dictado de nadie". Y, además, ha advertido de que "no hubiera tolerado que nadie cambiase mis convicciones ni que me instaran a elogiar a nadie en mis artículos", en los que, ha remachado, nunca llegó a hablar de los discursos que a su vez redactaba para el expresidente autonómico.
Ya en relación con la Agencia Balear de Noticias (ABN) que puso en marcha Alemany presuntamente para optar a una subvención pública que oscilaría entre los 300.000 y los 420.000 euros y tras la que se ocultaba la intención real de impulsar el diario digital afín al PP Libertad Balear, Alemany ha negado estos hechos y ha manifestado que, si situó como administrador formal de ABN a uno de sus sobrinos, fue porque "no sabía si saldría con vida de una operación del corazón y le legué a él este cargo así como a varios de los socios las participaciones de la sociedad recién creada.
En cualquier caso, al ser preguntado por el fiscal Juan Carrau si puso a su sobrino como testaferro de la entidad, ha justificado que éste le dio poderes no para ejercer como administrador sino que lo hizo "por si las moscas". "Yo era el inspirador del proyecto y mi sobrino era el único que tenía experiencia empresarial", ha abundado.
Asimismo, ha manifestado que la subvención que finalmente percibió del Gobierno balear fue la que hizo posible poner en marcha ABN, ya que "sin ella era inviable su creación".
En esta misma línea, ha defendido que tanto ABN como Libertad Balear eran dos empresas distintas "aunque hermanas, porque compartían los mismos accionistas y las mismas instalaciones", por lo que ha rebatido las declaraciones efectuadas en instrucción como testigos de varios de los empleados que trabajaron para ambos medios y quienes llegaron a afirmar que "eran la misma cosa".
Al respecto, Alemany ha llegado a calificar de "calenturientas" las afirmaciones de estos testigos y ha aseverado, además, que "nunca se les pidió su afiliación política".
11.500 EUROS POR REPORTAJES "CUYA PUBLICACIÓN NO ERA MI PROBLEMA"
Finalmente, en relación a un contrato menor que se le concedió por 11.500 euros a Consultores de Información de Baleares -administrada por Alemany- por la publicación de entrevistas y reportajes en la prensa deportiva de ámbito nacional, y de cuya existencia no hay constancia, el periodista ha manifestado que fue el exjefe de prensa de Matas, Joan Martorell, también inculpado, quien le hizo este encargo. "Fui yo quien redactó los reportajes y los entregué al Gobierno balear para su publicación. El que se publicasen o no, no es mi problema", ha sentenciado Alemany.
