Desvela que se adelantó un millón de euros a la empresa para la fabricación de inhibidores y dice que el riesgo en Líbano era escaso
MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, explicó hoy que las operaciones militares en el exterior no contaron con inhibidores de frecuencia en sus vehículos hasta el verano de 2005 y subrayó que el retraso en su instalación en los vehículos desplazados en Líbano se debe a que son un sistema "muy complejo" con unas características "especiales".
En declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, Alonso indicó que los servicios de inteligencia realizaron una análisis de la situación de Líbano antes de la llegada de tropas y establecieron que el riesgo de atentado mediante la activación de un explosivo por radiofrecuencia era "bajo", por lo que se consideró que el contingente español --"al igual que los de los demás países"-- podían funcionar sin inhibidores de frecuencia.
El ministro recordó que sin embargo el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Félix Sanz, optó por ordenar la instalación de este sistema de protección también en Líbano y se encargó a una empresa su fabricación. Para ello, el Ministerio adelantó en enero de este año una cantidad de un millón de euros para "provisión de fondos anticipada".
Alonso señaló que ya se está realizando una investigación para "determinar el problema en el proceso de fabricación", aunque defendió que la empresa encargada es "la única homologada para este tipo de trabajos y van donde tienen que ir y cumplen como tienen que cumplir". Así, explicó que su fabricación es compleja porque deben ser integrados en cada vehículo y no tienen que interferir en su funcionamiento, especialmente en el sistema de transmisiones.
INVESTIGACIÓN EXHAUSTIVA
Además, subrayó que los inhibidores que requieren los vehículos militares no son los mismos que los instalados en los turismos oficiales, ya que los BMR del Ejército "tienen que soportar temperaturas extremas y esfuerzos tremendos". Alonso reiteró que se está realizando una investigación "exhaustiva" cuyos resultados explicará "punto por punto" en su comparecencia en el Congreso.
Así, explicó que los mandos militares "ya se han ocupado" de que "se elimine cualquier riesgo de atentado utilizando radiofrecuencia" que pueda correr el contingente español en Líbano "hasta que estén instalados los inhibidores". El ministro no quiso adelantar una fecha aproximada para que esto ocurra aunque sí subrayó que se efectuará "con toda la inmediatez que sea posible".
Por otra parte, rechazó que la misión en el país asiático se trate de una operación de guerra, como reclama el Partido Popular, y subrayó que Naciones Unidas "actúa para garantizar la paz". "Estamos haciendo la paz para precaver que quienes quieren hacer la guerra no puedan conseguir sus objetivos", reiteró tras reconocer que en Líbano se vive una situación de "mucha inseguridad, mucho riesgo y mucha violencia".
"Si se lo pregunta a los hindúes le dirán lo mismo, a los nepalíes lo mismo, a los polacos lo mismo, estamos en una misión de paz de Naciones Unidas y Naciones Unidas no hace la guerra --insistió--. Además es una razón de conveniencia que todo Oriente Medio esté lo más estable posible porque interesa evitar un conflicto global en esa región que sería demoledor para los intereses de todo el mundo".
MINISTRO AL FRENTE DE LA SITUACIÓN
Además, defendió el papel del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y recordó que él como ministro de Defensa es quien tiene que estar "al frente de la situación". "El presidente ha estado en contacto permanente conmigo, preocupado por las familias, las víctimas, de la situación de las tropas y hablando con los responsables militares --continuó--. Ha hecho todo lo que tenía que hacer un presidente".
Por último, respecto a la indemnización que recibirán las víctimas, explicó que el Gobierno otorga la misma compensación a las familias de los militares españoles y los colombianos pero que, hasta ahora, las ayudas a extranjeros estaban sometidas a una retención fiscal que no tenían los nacionales. Así, aseguró que esa situación, que calificó de "intolerable e injusta", será subsanada y los tres militares colombianos fallecidos el pasado domingo no sufrirán esa "discriminación".
