Archivo - Un agente de la Guardia Civil - Eduardo Sanz - Europa Press - Archivo
MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha acordado enviar a los juzgados de instrucción de Madrid la investigación que seguía contra un guardia civil que habría revelado a su supuesta amante que usó balizas de seguimiento sin autorización legal en una operación contra el narcotráfico abierta en la propia Audiencia Nacional.
Así consta en un auto de 10 de octubre, al que ha tenido acceso Europa Press, en el que el magistrado sigue el criterio de la fiscal antidroga María Dolores López Salcedo que el pasado 29 de septiembre por medio de informe señalaba que los hechos no constituían un delito de los previstos en el 65 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) por lo que no eran competencia de la Audiencia Nacional.
"Procede deducir testimonio de lo relativo a tal actuación presuntamente delictiva (...) y la inhibición al Juzgado de Instrucción de Madrid que por turno corresponda", apuntaba la fiscal en el escrito al que tuvo acceso esta agencia de noticias, señalando que si bien "las vigilancias e interceptaciones supuestamente ilegales se habrían desarrollado en varios sitios, el lugar donde se habrían planeado y puesto en funcionamiento sería el de la sede de la oficina" del agente.
Ahora, Pedraz indica que efectivamente "no es competente ni el Juzgado Central para su investigación, ni la Sala de lo Penal para su posible enjuiciamiento" por lo que procede deducir testimonio dado que "si bien las vigilancias e interceptaciones supuestamente ilegales se habrían desarrollado en diversos sitios --Las Rozas, Móstoles, Tres Cantos--, el lugar donde supuestamente se habrían planeado y puesto en funcionamiento sería el de la sede de la oficina del investigado, y el resultado de las mismas se ha incorporado" al procedimiento judicial radicado "obviamente" en la Audiencia Nacional.
Cabe recordar que se investiga al sargento de la Guardia Civil Sergio B. por haber confesado a una amiga íntima que colocó balizas de seguimiento de forma ilegal y que presentaba informes sobre vigilancias que nunca se produjeron.
LA DECLARACIÓN DEL AGENTE ANTE PEDRAZ
En su declaración ante el juez, el agente dijo que todas las conversaciones que le grabó su amante y en las que confesaba esos ilícitos eran inventadas por él para seguirle la corriente pues suponía que tenía algo que ver con esa red de narcotráfico que investigaba.
Según adelantó 'Economist & Jurist', y pudo confirmar Europa Press, las grabaciones al sargento perteneciente al Grupo de Delitos Económicos de la Comunidad de Madrid fueron aportadas por una de las defensas en el marco de una pieza separada --de blanqueo-- en el seno de una causa abierta por Pedraz por delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales y organización criminal.
En la transcripción que la defensa hacía de una de esas conversaciones, el agente señalaba en un momento dado a su amiga que una baliza que había colocado era "ilegal". "Yo soy el más ilegal de los ilegales", reconocía para luego apuntar que, incluso, llegaron a grabar interrogatorios a detenidos en los traslados en el propio coche policial.
El escrito de la defensa denunciaba que esas vigilancias sobre los investigados no se efectuaron, y lo acreditaban señalando que mientras las actas ubican a los agentes de ese grupo al que pertenecía el sargento en seguimientos de este caso, "en realidad se encontraban en su unidad realizando gestiones relacionadas con el (caso) 8-M". Y lo acreditaba aportando metadatos de correos electrónicos y de impresoras utilizadas, así como citaciones para testigos firmadas por agentes de esa unidad.
La defensa explicaba que el origen de los audios captados al sargento se encuentra en las grabaciones de la mujer con la que mantuvo una relación sentimental de meses y que, "casualidad inesperada", resultó ser amiga también de uno de los investigados en la AN. Dado que vio que las ilegalidades que le contaba el sargento afectaban a su amigo, y puesto que le había grabado y guardaba conversaciones de Wahtsapp, lo puso en conocimiento de este último y le manifestó que estaba dispuesta a colaborar en la investigación.
La defensa, que envió los audios a Pedraz, ya consideraba que la causa que se pudiera seguir contra el suboficial de la Guardia Civil no se debería ventilar en la Audiencia Nacional, pero añadía que dado que esos informes "falsos" elaborados por los agentes surtían efecto en la causa que se sigue en la AN, "la aportación de la prueba de su mendicidad y de las prácticas ilegales (...) resulta un elemento indispensable para la toma de decisiones judiciales" en el procedimiento.
Recordaba además que, incluso antes de que en esa grabación el agente confirmara la existencia de balizas ilegales en vehículos, ya fueron detectadas por "múltiples investigados" y llegó a ser objeto de una querella.
Y añadía que en atestados incluidos en la causa existían "graves incoherencias" tales como afirmar en un acta de vigilancia que una persona era titular de un vehículo cuando no lo fue hasta meses después. "Claramente pone de manifiesto que la vigilancia no se realizó y que su falsa acta se redactó --con suma torpeza-- a posteriori", explicaba.