MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de Barcleona, Ada Colau, ha asegurado este jueves que "no se pueden comparar los escraches de las familias desahuciadas que lo han perdido todo" con los que se han realizado en los últimos días contra el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, o el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos.
En una entrevista en La Sexta, recogida por Europa Press, la regidora ha explicado que en el primero de los casos se trataba de familias que "pedían a los responsables políticos o financieros" que "parasen" la "sangría" de los desahucios en una "situación de extrema necesidad".
"No es comparable a las de gente que piden que no se hagan según qué medidas sociales", ha opinado, para después dejar claro que, en cualquier caso, defiende que la libertad de expresión debe de primar por encima de todo.
En este sentido, Colau se ha mostrado a favor de cualquier manifestación siempre que "no haya violencia, que es condenable". "Mientras sea pacífica hay libertad y debe haberla en una democracia. Los escraches pueden acogerse a esa libertad si no hay acoso", ha añadido.
La propia Colau, en su etapa como portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), realizó distintos escraches a dirigentes políticos. Por ejemplo, el realizado en 2013 durante la visita del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al Salón del Automóvil de Barcelona, en el recinto de Fira de Barcelona en Montjuc.
Por otro lado, la alcaldesa de la ciudad condal se ha referido también a las caceroladas en protesta contra el Ejecutivo para recordar que deben cumplirse con las "medidas de prevención sanitaria" que pesan en mitad de la pandemia por el coronavirus.
"Se tienen que respetar las mascarillas e instrucciones para estar en la calle. He visto a mucha gente a la que no le gustan las medidas sociales o poner impuestos a los que más tienen. Son medidas imprescindibles", ha sostenido.
En esta línea, Colau ha defendido esta respuesta, totalmente "opuesta" a la que se dio tras la crisis económica de 2008, y ha pedido "responsabilidad" a la "parte de la derecha" que no respeta estas medidas en medio "de un estado de alarma".
