MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ha insistido ante la XVIII Asamblea de Ibero-Americana de Ministerios Públicos (AIAMP), que se celebra esta semana en Lima (Perú, en la necesidad de acentuar la cooperación jurídica basada en la mutua confianza entre los estados como única respuesta al fenómeno del terrorismo internacional.
En su intervención este jueves ante el Plenario de la Asamblea, Conde-Pumpido ha disertado sobre la amenaza que supone para los países participantes el terrorismo internacional, y ha citado un informe de la Oficina Antiterrorista de Estados Unidos, que cifra en 44 las organizaciones terroristas que en la actualidad actúan en diferentes áreas geográficas del planeta.
Algunas de estas organizaciones, como Al Qaeda, tienen una dimensión transnacional y notoria, según el fiscal general, "otras, como ETA, el último y lamentable resto de actividad terrorista en Europa, reducen su radio de acción a un área determinada".
"NO ES UNA GUERRA"
En opinión del Fiscal General, uno de los principios básicos de esta lucha contra el terrorismo reside en considerar a los terroristas como delincuentes, y no como combatientes en un conflicto bélico, ya que "la lucha contra el terrorismo no es una guerra".
"Los Estados no deben colocar a los delincuentes en el rango horizontal que ocupan los adversarios militares en el campo de batalla -ha agregado Conde-Pumpido-, sino en el lugar que corresponde a los criminales, es decir, ante la Justicia, bajo el imperio del Derecho, sujetos a la legalidad que emana del propio Estado".
Asimismo, en su intervención ante los fiscales iberoamericanos, Conde-Pumpido ha abogado porque los Fiscales derriben las fronteras legales que dificultan la persecución entre países de la delincuencia trasnacional.
"Y es en ese terreno donde con frecuencia chocamos con más dificultades de coordinación", ha reconocido el fiscal general español, que ha subrayado que a veces se reconoce al enemigo global ·pero no se hacen tan evidentes, porque se sitúan lejos de nuestros centros de interés, o simplemente lejos geográficamente, esas otras formas de negación de las libertades y de la democracia".
A juicio de Conde-Pumpido, "a veces falta información, en otras ocasiones subyacen prejuicios o juicios políticos, o afinidades o diferencias ideológicas que (...) nos impiden valorar con exactitud la dimensión del riesgo que ese peligro que desdeñamos puede causar a nuestro sistema común de valores".
Por ello, ha añadido que "el problema no son los fines invocados, el discurso pretendidamente ideológico que quiere justificar la acción terrorista, sino los medios violentos que se emplean para, su puestamente, alcanzar esos fines".
En este punto, ha advertido que "no ha habido hasta ahora ninguna organización terrorista que haya triunfado y que haya convertido el resultado de su victoria en un sistema de convivencia democrática socialmente más justo que aquel contra el que se decía luchar".
Así, el fiscal general ha concluido subrayando que en la medida de que las fiscalías sean capaces de avanzar en cooperación judicial frente al terrorismo, estarán "asentando" las democracias "por la vía más sólida, que es la de la afirmación del Derecho".