BARCELONA 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Barcelona ha condenado a un año y ocho meses de cárcel a un empresario de Badalona (Barcelona) por la muerte en el año 2000 de un operario que se estranguló al engancharse con una máquina extrusionadora de carquiñolis.
La Sección Décima ha confirmado la sentencia del Juzgado Penal número 4 de Barcelona que condenó a José Luis G.G. por homicidio imprudente y un delito contra los derechos de los trabajadores. La esposa del empresario, también administradora del taller, quedó absuelta.
El empresario dejó al empleado Aurelio C.P. solo y reparando la máquina, cuando era necesario que hubiera como mínimo otro empleado con él. Además, no le había dado de alta en la Seguridad Social y le pagaba en mano semanalmente con cheques bancarios.
El accidente laboral ocurrió entre las 13 y las 17.30 horas del 30 de marzo de 2000, cuando Luis G.G. abandonó el taller Davyser ubicado en el número 19 de la calle Progrés.
El empleado conectó a la corriente eléctrica la máquina para repararla, algo en lo que tenía mucha experiencia, aunque la carcasa protectora había sido retirada y no funcionaban los pulsadores de emergencia, con lo que era necesaria la presencia de otro operario.
Por causas desconocidas, el empleado introdujo involuntariamente el brazo izquierdo en la cinta del rodillo tractor, que le atrapó la extremidad así como la chaqueta que llevaba, la cual, arrastrada por el rodillo, se le enrolló alrededor del cuello estrangulándole.
Aurelio C.P. intentó desmontar la cadena que rodea el engranaje dentado, para lo que introdujo la mano derecha, pero la máquina le seccionó los dedos y siguió funcionando hasta estrangularle mortalmente.