Los conductores de autobuses de Barcelona harán mañana la vigésima jornada de huelga en año y medio

Actualizado: domingo, 21 junio 2009 14:46

BARCELONA, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

Trabajadores de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) realizarán mañana una huelga de autobuses en la capital catalana de cinco horas --entre las 11 y las 16 horas--, con lo que se totalizarán veinte jornadas de paro desde que a finales de 2007 empezara el conflicto laboral por el nuevo convenio para el periodo 2009-2013.

La Conselleria de Trabajo ha dictado, como servicios mínimos, que durante el paro 11 líneas funcionen al 25% de lo habitual, al tratarse de autobuses que pasan por zonas sin transporte alternativo. En cada una deberá circular al menos un vehículo mientras dure la huelga. Son las líneas 9, 11, 21, 24, 63, 65, 92, 95, 109, 157 y 193.

Sobre las 13 horas, los trabajadores realizarán una asamblea en Ronda Sant Pere, ante el Juzgado social número 3, en el que se celebrará una vista por una demanda contra TMB de los sindicatos convocantes --CGT, Actub y Plataforma Sindical de Autobuses--, a la que acusan de incumplir el acuerdo que puso fin al conflicto de los dos días.

Se trata de la única huelga que han convocado este año, después de la última que se celebró el 23 de diciembre, aunque estos meses no han dejado de lado sus protestas con acciones como el boicot en abril a una rueda de prensa sobre el Zoo marino del alcalde, Jordi Hereu.

Las negociaciones no van camino de cerrarse cuando ya se ha superado el año de reuniones. Estas empezaron en mayo de 2008, después de que los huelguistas abandonaran un paro de 18 días en abril, tras alcanzar el compromiso de la dirección de incluir en el convenio dos días de descanso semanales fijos para los conductores, su principal reivindicación.

Los empleados ven insuficiente la oferta de TMB de crear 350 puestos de trabajo en cinco años y van a la huelga porque la dirección no aceptó su propuesta de alcanzar los 500 empleos. Para la dirección, esta exigencia es desorbitada porque incrementaría un 40 por ciento los costes salariales.