Cuatro guardias civiles, retenidos por la Policía gibraltareña

EP
Actualizado: martes, 8 diciembre 2009 0:16


MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

Cuatro agentes de la Guardia Civil se encontraban la noche de este lunes retenidos por la Policía gribraltareña tras haber entrado una patrullera del Instituto Armado en aguas del Peñón cuando perseguía a una zódiac en la que se sospechaba que pudieran viajar presuntos narcotraficantes y que fue detectada cuando navegaba en aguas españolas.

Los hechos se produjeron a última hora de la tarde de este lunes cuando una patrullera de la Guardia Civil detectó una lancha sospechosa que navegaba en aguas españolas, según informaron a Europa Press fuentes de la Benemérita.

Los agentes emprendieron una persecución para tratar de interceptar la embarcación y comprobar si, como sospechaban, estaba siendo empleada para introducir droga en nuestro país. En el marco de esta persecución, la patrullera de la Guardia Civil entró en aguas del Peñón.

Concretamente, la embarcación del Instituto Armado logró interceptar y detener la lancha en el mismo puerto de Gibraltar, aguas de soberanía británica según el Tratado de Utrecht. Una vez allí, la Policía gibraltareña retuvo a los cuatro agentes que viajaban en la patrullera y a los dos pasajeros de la zódiac.

La Policía del Peñón procedió entonces a trasladar a los agentes uniformados españoles a dependencias policiales y a interrogarles para aclarar lo sucedido.

DISCULPAS DE RUBALCABA

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se puso en contacto telefónico con el primer ministro de Gibraltar, Peter Caruana, tras conocer los hechos para pedirle disculpas por este incidente. Según indicaron a Europa Press fuentes del Ministerio de Interior, el primer ministro gibraltareño aceptó las disculpas de Rubalcaba.

El ministro español admitió durante la conversación que la actuación de los agentes fue "un poco incorrecta" pero incidió en que fue "fruto de una persecución en caliente". Fuentes de la Guardia Civil indicaron que se trata de un "incidente sin ánimo de molestar" por parte de los agentes de la Guardia Civil al entrar en aguas del Peñón.

Por el tono de la conversación --que se desarrolló de manera correcta, según fuentes del Ministerio de Interior--, Rubalcaba cree que lo sucedido no tendrá mayor repercusión en las relaciones entre España y el Peñón.