El director de la Academia de Caballería confía en que siga ligada a Valladolid pese al nuevo plan de formación militar

Actualizado: viernes, 23 marzo 2007 16:08

Está en estudio crear una Universidad Nacional de Defensa, donde se desconoce aún el papel que jugaría el inmueble vallisoletano

VALLADOLID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

El nuevo director de la Academia de Caballería del Ejército de Tierra en Valladolid, el general de Brigada Juan Carlos Medina Fernández, se comprometió hoy a defender el futuro de este centro de instrucción castrense en la ciudad castellanoleonense, donde cuenta con 150 años de historia.

En el discurso pronunciado durante su toma de posesión en el Patio de Armas del Cuartel 'General Shelly' de la Academia de Caballería, el general Medina Fernández aludió, en presencia de numerosas autoridades políticas y militares, a la "profunda reestructuración" que se vislumbra en la enseñanza militar, en clara referencia al proyecto de Ley de la Carrera Militar, que estipula la creación de una red de centros universitarios adscritos a Defensa para que los militares obtengan un título universitario civil al término de su periodo de formación en las academias.

A preguntas de los periodistas sobre el alcance de este proyecto legislativo, el general declinó entrar en detalles argumentando que "por el momento no hay más que estudios" que contemplan la puesta en marcha de la citada red de centros universitarios mediante la firma de convenios con las academias militares.

Al respecto, el sucesor del general Francisco Arenas Cano al frente de la Academia de Caballería de Valladolid prefirió ser cauto y se limitó a indicar que de ser aprobada por el Gobierno esa nueva reestructuración de la formación militar, junto con la obligación de cumplir los acuerdos de Bolonia, "tendría sin duda alguna repercusión" en la actividad docente que se imparten en las academias, entre ellas la ubicada en el número 2 del Paseo de Zorrilla.

"Desconozco al detalle lo que ocurrirá porque hasta ahora estaba en Logística y anteriormente mandando un regimiento de carro", se excusó Juan Carlos Medina Fernández, quien en cualquier caso, en declaraciones a Europa Press, anunció su propósito de "luchar por que la academia siga adelante en Valladolid, ciudad a la que lleva muchos años vinculada, porque en ella no sólo se busca la formación técnica sino que hay un componente espiritual que es fundamental para que los militares sigan siendo militares".

MILITARES, NO MERCENARIOS

Medina Fernández, quien se formó en las instalaciones que ahora dirige y en las que hace 32 años recibió el despacho de teniente del Arma de Caballería, apeló a la dedicación del cuadro docente para reforzar la formación de los alumnos, que calificó de "superior" a la de otros soldados extranjeros y aprovechó la ocasión para recordar a los allí presentes que "la disciplina, la lealtad y el amor a la patria son virtudes consustanciales del militar, ya que de lo contrario nos convertiríamos en simples mercenarios".

En su dilatada trayectoria profesional en el Ejército de Tierra, en el que ingresó en 1968, entre los últimos destinos del general Medina Fernández destacan el mando del Regimiento de Caballería Acorazado 'Pavía' y sus destino en el Estado Mayor Conjunto de la Defensa, el Mando Conjunto Subregional Suroeste de la OTAN (JCSW) y la Dirección General de Política de Defensa (DIGENPOL).

El nuevo director de la Academia de Caballería, natural de Badajoz, casado y con cuatro hijos, estuvo arropado en su toma de posesión por el teniente general Joaquín Tamarit Navas, que presidió el acto castrense, así como por distintas autoridades del ámbito militar, político y social, entre ellas el delegado del Gobierno en la Comunidad, Miguel Alejo; el subdelegado, Cecilio Vadillo; el general director de Enseñanza, Luis Díaz-Ripoll; la primer teniente de alcalde, María de los Ángeles Porres, y el rector de la Universidad de Valladolid, Evaristo Abril.

La Academia de Caballería es un centro de enseñanza militar, homologado en sus titulaciones con los estudios civiles, donde se forma los futuros oficiales, suboficiales y tropa del Arma de Caballería. El número de alumnos que pasa por sus instalaciones ha ido en aumento desde la profesionalización del Ejército, hasta el punto de que el pasado año fueron más de mil los formados.