ETA.- Un acusado de intentar matar a una veintena de ertzainas confirma en la Audiencia Nacional su pertenencia a ETA

El Presunto Etarra Manex Castro Durante Su Juicio En La Audiencia Nacional
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Actualizado: miércoles, 8 junio 2011 14:52

MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -

Manex Castro, acusado de intentar atentar contra 24 policías mediante la colocación de dos bombas-trampa situadas en las cercanías de un repetidor de la localidad de Hernani en enero de 2009, ha confirmado este miércoles en la Audiencia Nacional su pertenencia a la banda terrorista ETA.

Al inicio de la vista oral en su contra Castro, se ha declarado miembro de la organización y se ha negado a responder a las preguntas de la Fiscalía y su defensa. "Ya que soy militante de ETA no voy a formar parte de este juicio, nada más", ha indicado en euskera.

El fiscal Miguel Ángel Carballo ha elevado a definitiva su petición de 386 años de cárcel contra el procesado al que acusa de la comisión de delitos de intento de asesinato terrorista y pertenencia. Según defiende, Castro formaba parte de un comando de 'legales' integrado por otros cuatro miembros --todos ellos huídos en la actualidad-- que colocó mochilas explosivas en la antena de comunicaciones con la intención de atraer la llegada de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tras la deflagración.

El comando había colocado a escasos metros del lugar donde se puso el artefacto que hizo explosión, disimuladas con vegetación, dos bombas-trampa interconectadas entre sí "con la intención de acabar con la vida de cuantos policías acudieran a inspeccionar" el escenario de la deflagración, ha indicado el representante del Ministerio Público.

Al lugar acudieron dos agentes municipales, 21 agentes de seguridad ciudadana e investigación y un empleado de Retevisión que no resultaron heridos ya que "tuvieron la prudencia y la suerte de no accionar las bombas".

"TRAMPA PERVERSA"

Los miembros del comando habían colocado varios carteles y pintadas en los que podía leerse 'Peligro bomba' (en singular) para así intentar llamar la atención de la Ertzaintza para que se viera envuelta en la posterior activación de los otros dos artefactos ocasionando una matanza mediante esta "trampa perversa", dice el fiscal.

Uno de los ertzainas presente en el escenario del atentado apuntó durante su declaración que, en su opinión, mediante la colocación de los carteles el comando pretendía "que nadie ajeno al cuerpo policial entrara". Tanto él como otros de los agentes que recorrieron el monte donde estaban colocadas las bombas ratificaron que las mochilas explosivas se encontraban en el recorrido que conducía al repetidor, ocultas entre la maleza.

Los dos artefactos, interconectados, estaban dotados de temporizadores y preparados para estallar a una hora señalada o bien si eran movidas. Contaban con un sedal que podía también activarlos si eran pisado o levantado.

Además, las bombas-trampa contenían gran cantidad de metralla. La acción fue reivindicada por ETA en un comunicado publicado en 'Gara' en el que se aseguraba que la organización terrorista había colocado los artefactos "con la intención de impactar a los artificieros de la policía autónoma".

Tras la detención de Castro se ocupó en el domicilio de sus padres una mochila de la misma marca que las utilizadas, temporizadores y guantes con restos de polvo de aluminio entre otros objetos. En una bolsa de basura arrojada por el acusado minutos antes de su arresto se encontraron también elementos para la fabricación de artefactos.

La vista oral ha contado con la presencia de varios peritos que han corroborado la existencia de coincidencias entre este material y el recuperado en el Monte Santa Bárbara. Además han destacado que en la misma época fueron localizados otros artefactos relacionados con ETA similares a los hallados en la zona del repetidor.