MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ex ministro de Justicia socialista y actual alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, cree que es "una calumnia" acusar al juez del Tribunal Supremo Luciano Valera, de perseguir al magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en la causa que instruye contra él por prevaricación en la investigación de los crímenes del franquismo.
"Sinceramente pienso que no, porque Varela es absolutamente escrupuloso, profesional al cien por cien y querido y admirado por la prácticamente totalidad de la profesión", afirmó hoy Belloch en declaraciones a Tele 5 recogidas por Europa Press. Agregó que, para que Garzón sea condenado, el tribunal tendrá que considerar que los hechos "no sólo son ilegales, sino manifiestamente ilegales".
En este sentido, pidió que no se descalifique ni a Garzón, ni a Varela porque, por un lado "todo el mundo respeta y admira el trabajo que ha hecho Garzón en temas como Pinochet o lucha contra el terrorismo y el entorno etarra", así que cree que se debe respetar "de verdad, no de boquilla" su presunción de inocencia, pero, por otro lado, considera que "hay que respetar al máximo órgano de España en derecho penal".
En su opinión, la imputación de Garzón es "un tema mucho más complejo de lo que parece" y la administración de justicia puede quedar deteriorada al finalizar el conflicto.
LOS JUECES DEL TS LUCHARON POR LA DEMOCRACIA
Por otro lado, respondió al ex fiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo, que acusó ayer a los magistrados del Supremo de ser cómplices de torturas durante el franquismo y los continuadores de políticas antidemocráticas. Beloch respaldó a los magistrados del TS asegurando que "son personas con un pasado democrático impecable".
"Muchos miembros de la Sala Segunda son personas progresistas, que lucharon activamente para tratar de instaurar la democracia en España, por tanto, tratar de aplicar al presente el pasado, me parece una injusticia impropia de un ex fiscal", remachó.
En relación con la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la legalidad del Estatut de Cataluña, aseguró que el retraso "puede transmitir la imagen de que se trata de planteamientos políticos más que jurídicos y eso, lógicamente, desprestigia al TC". Añadió que la no renovación del Constitucional también ha sido "un factor clave" en las críticas vertidas contra ellos.
Aún así, reconoció que el Tribunal Constitucional hace "un trabajo muy útil para garantizar las constitucionalidad de las leyes y para garantizar que los jueces las aplican correctamente".