MÉRIDA, 18 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, consideró hoy "un disparate mayúsculo" la reivindicación de la transferencia de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir recogida en el Estatuto andaluz y anunció que Extremadura estudiaría la presentación de un recurso de inconstitucionalidad contra el citado texto "si se lleva a cabo" la propuesta.
Durante una comparecencia en la Asamblea a petición del Grupo Popular para debatir sobre las repercusiones del nuevo Estatuto catalán para Extremadura, hizo esta referencia al texto de reforma propuesto por el Parlamento andaluz, donde fue aprobado por PP e IU, tras subrayar que, a pesar de su "desacuerdo" con el nuevo Estatuto catalán, defendió el voto afirmativo al texto "por disciplina de partido". Dijo que ante el PSOE defendió que "iba a votar que sí por disciplina de partido, aunque no estoy de acuerdo con el Estatuto catalán, ni con el valenciano y menos con el balear", señaló.
En un debate de cerca de tres horas de duración, Ibarra se reclamó igualmente como "uno de los artífices" junto a "cinco locos más" del voto negativo de ERC al nuevo Estatut, que serían desde su punto de vista "corresponsables" de la "diferencias sustanciales" suscitadas entre el texto "disparate" que emanó del Parlament y el que ha sido aprobado en el Senado.
Según indicó, el voto negativo de ERC en el referéndum sobre el Estatut se explica "sobradamente" por el hecho de que el texto aprobado "es el de Moncloa y CIU", y por el hecho de que "ERC no se reconoce en él porque no reconoce a Catalunya como nación".
Tras rechazar las críticas del presidente regional del PP sobre la "ambigüedad" de su persona en la defensa o no del Estatuto, se mostró convencido de que el PP extremeño pretende utilizar la reforma catalana "para hacer como sea mella" en su "credibilidad política", y recalcó que el texto catalán "no es un peligro para la unidad de España sino una bendición caída del cielo para el victimismo del PP" con el que este partido -dijo- pretende "desgastar" a su persona.
Como posibles aspectos del texto catalán que "podrían haber perjudicado" a Extremadura señaló que éste hubiese contenido la definición de Catalunya como "nación", aunque subrayó que finalmente ésta ha quedado definida como "nacionalidad". También, dijo que le "inquietan" los artículos del Estatut referidos a la enseñanza, que han sido -dijo- "trasladados" al Estatut de la ley lingüística de Catalunya de 1998, aprobada durante el Gobierno de Aznar, recalcó.
Asimismo, manifestó su satisfacción por la "corrección" que contempla el texto final del Estatut respecto a la financiación autonómica, y comprometió "solemnemente" con los grupos con representación en la Asamblea a tratar de "pactar" las variables que "más interesan" a la Comunidad en esta materia, cuando tenga que ser debatida en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Criticó igualmente los "disparates" que encierran algunas reformas estatutarias. "Es un peligro la disposición 2ª de Catalunya respecto al PIB y el apartado de Baleares que exige que durante 10 años el 2,5% de las inversiones de todo el Estado se hagan en Baleares".
Por otra parte, defendió la "cooperación" entre el PSOE y el PP en los "grandes temas de Estado", para evitar que los partidos minoritarios se aprovechen de la "batalla abierta" entre los primeros, y al respecto reiteró su propuesta de que se acometa una modificación de la ley electoral para evitar la actual "sobrerrepresentación nacionalista".
Finalmente, Ibarra aludió a una posible reforma del Estatuto extremeño. "En Extremadura no hay una demanda social de reforma del Estatuto, y lo que no voy a hacer es una reforma propia que sea una contrarreforma de lo que hagan otros", sentenció, y añadió que "Extremadura tiene su identidad, su estatuto, sus instituciones y su propia capacidad política, que debe seguir siendo ejercida desde su propia agenda y no desde la que se marque desde fuera".
