MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha ordenado la busca y captura internacional de los presuntos etarras Beñat Aguinagalde y Ugaitz Errazquin por dos atentados terroristas, entre los que se encuentra el asesinato a tiros del empresario Ignacio Uria, que se produjo el pasado 3 de diciembre en la localidad guipuzcoana de Azpeitia, informaron fuentes jurídicas.
Entre las causas por las que Aguinagalde y Errazquin son reclamados por la Audiencia Nacional también se incluye el intento de atentado contra la Ertzaintza que tuvo lugar el pasado día 16 de enero en un repetidor del monte Santa Bárbara de Hernani, también en Guipúzcoa.
La requisitoria no incluye en todo caso el asesinato, el 7 de marzo de 2008, del ex concejal socialista de Mondragón Isaías Carrasco, a pesar de que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirmó la semana pasada que Aguinagalde era el autor material de este atentado.
Aguinagalde, licenciado en Medicina con el MIR recién aprobado en la Universidad de Navarra, y Errazquin se encuentran en paradero desconocido desde comienzos de marzo, cuando se produjeron las detenciones de sus supuestos compañeros de 'comando' Manex Castro, Mikel Garmendia e Iraitz Santa Cruz. También huído de la justicia se encontraría el supuesto jefe de este grupo, el 'liberado' (a sueldo de la banda) Iurgi Garitagoitia.
La desarticulación de esta célula etarra, a la que se atribuye la actividad terrorista que ha tenido lugar en Guipúzcoa en los últimos meses, se precipitó después de que la Ertzaintza sospechara que sus integrantes tenían previsto atentar el pasado 1 de marzo, día en que se celebraron las elecciones autonómicas en el País Vasco.
ADN DE UNO DE LOS DETENIDOS
Las pistas que permitieron la operación de la policía autónoma vasca se obtuvieron a raíz del citado atentado de Hernani, ya que en las inmediaciones del repetidor en el que los etarras colocaron una bomba trampa se hallaron muestras de ADN de Manex Castro.
Tras las detenciones, Velasco dictó el ingreso en prisión de los tres detenidos. En concreto, a Santa Cruz le imputa un delito de colaboración con organización terrorista, al considerar que facilitó un vehículo a nombre de su padre que los terroristas emplearon para huir del lugar en el que se produjo el asesinato de Uria.
Este mismo coche, empleado habitualmente por Santa Cruz, fue utilizado también para huir de la zona después del ataque con un artefacto de escasa potencia colocado en una mochila y situado en los Juzgados de Tolosa el 4 de octubre de 2008.
Velasco también decretó la prisión incondicional de Garmendia como presunto autor de un delito de colaboración con ETA después de que prestara a Castro el coche que fue utilizado en el atentado contra la sede del PSE en la localidad guipuzcoana de Lazkao el pasado 23 de febrero.
A este último le imputa, además de este atentado y el que intentaron cometer en Hernani, los presuntos delitos de integración en banda terrorista, estragos y tenencia de explosivos.
