MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Congreso ha guardado este martes un minuto de silencio en memoria de los más de 27.000 muertos que se ha cobrado la pandemia del coronavirus antes del inicio del que previsiblemente será el último Pleno que se celebre bajo el estado de alarma derivado del Covid-19.
Así lo ha puesto de manifiesto la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, quien ha querido comenzar su intervención recordando que la próxima finalización de esta excepcionalidad no significa que la pandemia haya concluido porque aún se debe convivir con ella y cumplir las recomendaciones sanitarias para contenerla.
Según ha abundado, el cumplimiento de esas recomendaciones es "una exigencia de responsabilidad individual" para cada ciudadano y, desde luego, para cada miembro del Congreso, y es también "la expresión de reconocimiento a quienes siguen trabajando por la salud y la seguridad de todos".
UN GESTO REPETIDO EN LOS ÚLTIMOS TRES MESES
Batet no ha querido concluir sin trasladar en nombre del Congreso sus condolencias a los familiares y allegados de los fallecidos. "El vacío que dejan y su memoria seguirán con nosotros, aunque dejemos atrás la excepcionalidad de estas semanas", ha manifestado antes de pedir a sus señorías guardar un minuto de silencio.
Un gesto que se ha repetido prácticamente desde el inicio del estado de alarma y al que en las últimas semanas se han ido sumando cada vez más diputados en la medida en que el Congreso ha ido ampliando la presencia de los parlamentarios.
La pasada semana, coincidiendo con la entrada de Madrid en la fase 2 de la desescalada, la presidenta Batet propuso a los grupos parlamentarios que en este Pleno casi 120 diputados podrían ocupar ya sus escaños, manteniendo, eso sí, la distancia de seguridad entre personas y portando mascarillas para evitar contagios.
