Jaime Mayor Oreja
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 10 julio 2017 23:30

MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

El exministro de Interior Jaime Mayor Oreja ha considerado este lunes "triste y lamentable" que el Ayuntamiento de Madrid dirigido por Manuela Carmena se haya negado a colocar una pancarta en la sede consistorial en homenaje a Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA hace 20 años.

"A las víctimas hay que ponerles cara y ojos. Hay que saber, además del término genérico de víctimas, quién era esa persona. Me parece triste que Miguel Ángel Blanco sea un hombre que trate de ser escondido por la alcaldesa", ha subrayado en declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press.

En la misma línea, ha reprochado a la regidora madrileña que haya justificado esta negativa a colocar en la fachada del Palacio de Cibeles una pancarta en memoria de Miguel Ángel Blanco alegando que "supondría destacar a una víctima sobre todas las demás".

"Las víctimas han sido precisamente humilladas porque no han sido consideradas personas, han sido mudas en ocasiones por nuestra cobardía", ha subrayado el exministro, que ha restado importancia al hecho de no haber sido invitado a participar en el homenaje que el PP ha rendido en su sede nacional de la calle Génova al que fuera concejal popular de Ermua (Vizcaya).

SIN 'ESPÍRITU DE ERMUA' PARA AFRONTAR EL 1-O

En esta misma línea, el ex eurodiputado del PP ha advertido que "lo más grave en el futuro inmediato" de España es la desaparición del espíritu de Ermua que surgió en 1997 como un sentimiento de unidad y cohesión frente a la barbarie de ETA y sus deseos de ruptura con España y que, según ha subrayado, sería imprescindible para afrontar el desafío de los independentistas catalanes con la convocatoria de un referéndum unilateral para el próximo 1 de octubre.

"Los que creen que no tiene nada que ver el proceso de ruptura de Cataluña con ETA se equivocan. No solo tuvieron un eslabón en Perpignan --en referencia a la tregua de ETA para Cataluña en 2004 después de haberse entrevistado en Perpignan (Francia) con el entonces líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira--, es que tienen el mismo significado: quieren la ruptura de España, quieren la fractura de España", ha enfatizado.

En su opinión, el hecho de que España se haya "desposeído" del espíritu de Ermua significa que se afronta el "gran reto de ruptura" por parte de los independentistas catalanes sin la "cohesión" y la "reacción moral" que supuso ese sentimiento ciudadano contra ETA y que, según ha recalcado, fue "el elemento más importante" que caracterizó el cambio de actitud de los españoles y vascos.

"Tenemos un desafío de una gravedad y de una profundidad inequívoca y lo que me inquieta es que hoy el espíritu de Ermua no existe, lo hemos enterrado en España estos años. Aunque hoy algunos hagan homenajes al espíritu de Ermua, la práctica, la realidad, es que esa cohesión, esa reacción moral, todavía no ha llegado", ha recalcado.

Finalmente, ha recalcado que la reclamación de independencia por parte de Cataluña va a durar un tiempo --"no va a ser referéndum sí, referéndum no"-- y, en este sentido, ha dicho apreciar "una cierta debilidad" de la unidad de las fuerzas políticas para hacer frente a la situación.

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