LEYRE (NAVARRA), 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los Príncipes de Asturias y de Viana, don Felipe y doña Letizia, presidieron esta mañana en el monasterio de San Salvador de Leyre el acto de homenaje a los Reyes de Navarra ante la presencia de unas 120 personas entre autoridades y representantes de la Comunidad foral. Don Felipe y Doña Letizia estuvieron acompañados por la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor.
Este fue el primer acto de la visita de los Príncipes hoy a Navarra, que participarán en un almuerzo en el marco del Congreso 'Arquitectura: más por menos', promovido por la Fundación Arquitectura y Sociedad, y en la entrega de los Premios Internacionales 'Príncipe de Viana 2010'.
Los Príncipes, que se trasladaron a Leyre en automóvil y no en helicóptero, como estaba previsto, debido al mal tiempo, fueron recibidos sobre las 11.45 horas por el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, que acompañó a Sus Altezas hasta la entrada del monasterio.
Los Príncipes recibieron allí el saludo del arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez González, del abad mitrado de Leyre, Juan Manuel Apesteguía Martínez de Puntos, y del resto de miembros de la comunidad benedictina.
Don Felipe y Doña Letizia fueron conducidos al salón de visitas del monasterio donde les aguardaban los miembros del Gobierno; la presidenta del Parlamento, Elena Torres Miranda; la delegada del Gobierno en la Comunidad Foral, Elma Sáinz Delgado; y el alcalde de Yesa, José Antonio Aquerreta Martínez de Lagos.
Allí, el presidente del Gobierno de Navarra les entregó un ejemplar del libro 'San Miguel de Corella. Arte para los sentidos y el gozo de celebrar', obra que recoge la historia, características de las diversas piezas de pintura, orfebrería y escultura del templo, y los trabajos de restauración recientemente realizados en él.
En la plaza de los ábsides, junto a la puerta del monasterio, se inició el repique de campanas que dio paso al desfile del tradicional cortejo, presidido por los Príncipes, hasta la Puerta Speciosa de la iglesia.
LA CEREMONIA
En el interior de la iglesia abacial, mientras Don Felipe y Doña Letizia han ocupado su sitial, junto al presbiterio, para seguir la celebración litúrgica presidida por el arzobispo de Pamplona y concelebrada por el abad y los monjes de la comunidad.
En la homilía, el arzobispo de Pamplona resaltó que las piedras del monasterio "hacen recordar con emoción y respeto la historia de los Reyes de Navarra" y afirmó que aquellos monarcas "fortalecieron su vida enraizados en una fe que supieron poner en el primer lugar de su vida y transmitieron a los demás". "La nobleza que se da en el corazón del pueblo navarro depende de las lecciones que ha recibido de nuestros antepasados", dijo.
Además, a lo largo de la homilía afirmó que "los momentos por los que pasa la sociedad nos van a ayudar a mirar más lo que nos une que lo que nos divide" y agregó que "las crisis, vengan de donde vengan, siempre ayudan a madurar en la experiencia de lo humano, nuestras acciones se vuelven más sensatas y así contribuyen al desarrollo de la comprensión, de la justicia y de la paz".
Igualmente, Francisco Pérez pidió a Dios que "los dones celestiales de la sabiduría, de la fortaleza y de la perseverancia les ayuden a sus Altezas para el cumplimiento de su misión como así sucedió en sus predecesores los Reyes de Navarra".
En el momento del ofertorio, el presidente del Gobierno se desplazó hasta el centro del presbiterio, para entregar al abad mitrado el donativo simbólico de las instituciones de Navarra para el mantenimiento del culto.
La ceremonia se cerró con la ofrenda, por parte de Sus Altezas Reales, de una corona de flores rojas con la leyenda 'Felipe y Letizia, Príncipes de Asturias y de Viana', en el sepulcro de los Reyes de Navarra, que colocó Don Felipe sobre el panteón de los primeros monarcas del Reino.
