MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Antonio Hernando, ha garantizado este martes que el PSOE no quiere ser el "tapón del cambio" y que hablará con todas las fuerzas que puedan hacer realidad los "cambios progresistas y de izquierdas" que demandaron los ciudadanos en las urnas el pasado 24 de mayo.
En una rueda de prensa ofrecida en la Cámara Baja, Hernando no ha especificado si para lograr ese objetivo que implicaría, según ha explicado, la salida del PP de las instituciones donde ha gobernado "con rodillo", los socialistas priorizarán los acuerdos con Podemos o Ciudadanos.
Así, se ha limitado a señalar que la intención del PSOE es "hablar en general" con las fuerzas que puedan "propiciar el cambio" y que después, en cada comunidad o ayuntamiento, se irán viendo las posibilidades de acuerdo.
Además, preguntado por las advertencias lanzadas por miembros de la denominada 'vieja guardia' del partido como Alfonso Guerra ante posibles pactos con la formación que lidera Pablo Iglesias, Hernando ha querido dejar claro que el PSOE no pierde la referencia de la socialdemocracia.
HUMILDAD, MODESTIA, RENUNCIAS Y BUENA VOLUNTAD
"Sabemos dónde estamos. Nuestra referencia es la socialdemocracia", ha sentenciado, incidiendo en que el PSOE no va a buscar "titulares facilones", sino que está decidido a dialogar con "humildad y modestia" para hacer posible esos gobiernos de progreso que, a su juicio, quieren los electores.
En este sentido, ha subrayado que los socialistas tienen claras sus prioridades y que no van a dar un giro de 180 grados en su oposición a la reforma laboral, la reforma de la legislación del aborto, la LOMCE o la denominada 'Ley Mordaza'.
Tras señalar que el PSOE va intentar liderar el cambio donde los ciudadanos le hayan dado un peso institucional "importante", es decir, donde son primera o segunda fuerza, ha incidido en que el cambio no se puede sustentar sólo en caras nuevas sino en modificación de las políticas.
Y ha asumido que éste proceso de conversaciones va a ser "largo y complejo" y se tendrá que afrontar con "humildad, modestia, algunas renuncias y buena voluntad", como se hizo, ha dicho, en la Transición.
"Tiempo al tiempo", ha agregado, avisando, asimismo, de que durante este periodo de negociaciones se verán "puñetazos en la mesa, declaraciones altisonantes y teatralizaciones" varias. En cualquier caso ha mostrado su confianza en que todos los partidos serán "conscientes" y "responsables" y no perderán de vista cuál ha sido el mandato de los ciudadanos.
