MADRID 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP, Mariano Rajoy, apuntó hoy que cree posible volver a alcanzar pactos electorales con partidos nacionalistas, tal y como ya hizo su partido en 1996. No obstante, puntualizó que si se producen, él procurará que sean "escritos, conocidos por la opinión pública y con el límite del respeto a la Constitución y al Estado de Derecho".
Durante su intervención en los desayunos informativos de Europa Press, se le preguntó si realmente ha habido algún acercamiento entre 'populares' y responsables de Convergencia i Uniò (CiU). Rajoy se limitó a responder que "nunca" le dirá a nadie que se convertirá en presidente si es el más votado para, después, no cumplirlo.
De esta forma, el líder de la oposición hacía referencia a unas declaraciones del líder de CiU, Artur Mas, en las que aseguraba que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, le había garantizado que se permitiría que en Cataluña gobernase el candidato de la lista más votada.
RATO, ¿'NÚMERO DOS' POR MADRID EN GENERALES?
Otra de las cuestiones en 'clave interna' que se le planteó al presidente del PP es si había barajado que el ex vicepresidente económico y actual responsable del FMI, Rodrigo Rato, fuera su 'número dos' en las listas de Madrid para las próximas generales.
"No me lo había planteado", contestó, apuntando que es al presidente del PP andaluz y responsable del Comité Electoral del partido, Javier Arenas, a quien le 'corresponde' tomar ese tipo de decisiones. Eso sí, aprovechó la ocasión para dedicar un elogio a Rato: "Sin duda, es uno de los políticos más importantes que ha tenido España".
OBJETIVOS A CUMPLIR DESDE GOBIERNO
Asimismo, Rajoy aprovechó la ocasión para recalcar que, en caso de ganar los próximos comicios generales, su principal objetivo será recuperar el consenso constitucional logrado en tiempos de la Transición y, bajo su punto de vista, perdido en la actual legislatura por iniciativa de José Luis Rodríguez Zapatero.
A su juicio, el actual jefe del Ejecutivo se ha dedicado a temas de interés "minoritario"; ha "dividido" a la sociedad y se ha dedicado más a la oposición que a gobernar, en lugar de aprovechar el tiempo para afianzar a España como "octava potencia del mundo".
En este contexto, aseguró que si él es el próximo presidente, se dedicará a dar prioridad a la seguridad ciudadana, la inmigración, la política exterior, del agua o la educación, entre otras cuestiones, y no a la 'memoria histórica' o a "romper" el tradicional acuerdo en materia antiterrorista entre los dos partidos mayoritarios.
Y para alcanzar el poder, dijo, se va a dedicar en los próximos meses a defender la "alternativa" propia de un partido "de centro, liberal, comprometido con la moderación, la prudencia y el sentido común" en un momento en que Rodríguez Zapatero ha perdido "su reconocida capacidad de encandilar", su "talante", sus "teóricos planes y bonachonas intenciones" y ya no convence a "mucha gente que pudo confundirse".
Rajoy concretó que en lo que resta de legislatura pondrá toda su atención en que el Tribunal Constitucional no reciba "la puntilla" y pierda su crédito; en alertar sobre los riesgos de no llevar a cabo una buena política antiterrorista y en pedir reformas económicas que, sobre todas las cosas, incrementen la productividad.