España ocupa el puesto 23 de 27 países de la OCDE en integración de la mujer en el mundo laboral, según un estudio de PwC
MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
La secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero, ha hecho hincapié en la importancia de impulsar aspectos como la conciliación y la corresponsabilidad para lograr una igualdad "real y efectiva" con el fin de lograr una sociedad más justa en la que "todos" ganan.
Camarero, que ha intervenido en la clausura de la Jornada sobre 'La Mujer Directiva en España', organizada por PwC, ha enumerado algunas de las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo para contribuir a alcanzar este objetivo como la reciente firma de los primeros Acuerdos Voluntarios con una treintena de destacadas empresas.
En virtud de estos acuerdos, las empresas se comprometen a incrementar la presencia de mujeres en comités de dirección hasta un 20% o cinco puntos porcentuales en los próximos cuatro años, además de presentar un informe bianual para evaluar su progresión o tomar medidas contra los desequilibrios. En una segunda fase del proyecto, Sanidad plantea firmar también acuerdos voluntarios para aumentar la presencia femenina en los consejos de administración.
Esta medidas conforman uno de los ejes principales del Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades 2013-2016, aprobado recientemente por el Gobierno pues, como ha reiterado Camarero, "no hay posibilidad de igualdad si no hay posibilidad de conciliación y corresponsabilidad".
Por su parte, Mar Gallardo, socia de PwC, ha destacado a Europa Press que "hay muchas compañías que están dado pasos y pasos diferentes" en esta materia aunque ha insistido en la importancia de que haya "una aceleración de medidas", para evitar estar "debatiendo y analizando" sin pasar a la acción.
"Lo esta claro es que no se puede desperdiciar el talento", ha detallado Gallardo, después de invertir dinero en la formación de estos profesionales. "Hay que asumir que es un problema de negocio y que hay que evitar la fuga de talento", ha apostillado, al tiempo que ha señalado que los grandes inversores institucionales miran, entre otros aspectos, "la diversidad en comites de dirección".
Respecto a la presentación del informe, el documento constata que España está situada en la parte baja de los países de la OCDE en materia de integración de la mujer en el mundo laboral, al ocupar la vigésima tercera posición de veintisiete países de la OCDE analizados en el índice PwC Women in Work. El ranking --basado en datos OCDE y Eurostat-- está liderado por los países nórdicos (Noruega, Dinamarca y Suecia) mientras que, por detrás de España figuran Japón, Italia, Grecia y Corea.
Este ranking se elabora a partir de cinco indicadores: la igualdad con los hombres en su nivel de ingresos, la proporción de mujeres en el mercado laboral, tanto en términos absolutos como en relación con el porcentaje de los hombres, la tasa de desempleo de las mujeres, y la proporción de mujeres empleadas a tiempo completo.
Así, el estudio precisa que España empeora su posición en comparación con el año anterior debido al incremento de la brecha salarial y a la tasa de desempleo femenino, provocado, en gran parte, por la difícil situación macroeconómica del último año.
DESEQUILIBRIO ENTRE LAS LICENCIADAS Y SU ACCESO A CARGOS DIRECTIVOS
Por otro lado, en España, según el informe 'Women as Leader: Inspirando', elaborado por PwC e Isotes, la mujer representa el 60% de los universitarios y el 45% del mercado laboral aunque existe un desequilibrio entre estas cifras y su papel en los cargos directivos.
En algunos casos, como por ejemplo la presencia de mujeres en direcciones funcionales (asesoría jurídica, recursos humanos, dirección financiera, etc.), se ha incrementado el porcentaje de un 19% a un 22% en los últimos dos años. También el número de consejeras crece, pasando de un 11% en 2012 al 16% de la actualidad. Sin embargo, no se prevé alcanzar el objetivo del 40% establecido por la Ley de Igualdad y por la propuesta de directiva europea.
Por ello, el documento destaca algunos factores de peso que deberían impulsar fuertemente el avance en materia de diversidad, en alusión a los cambios normativos o el hecho de que los inversores comiencen a cuestionar la falta de diversidad en los consejos de administración, entre otros aspectos.
Respecto a las empresas, el estudio incluye un capítulo en el que, además de incluir una veintena de ejemplos de buenas prácticas en materia de diversidad de empresas, como Coca-Cola, Telefónica, BBVA, Banco Santander o Ikea, entre otras, analiza cómo lograr que las iniciativas de diversidad de género tengan éxito en las empresas. Para alcanzar ese objetivo, afirma que es fundamental gestionar el cambio cultural en la organización.
