ZARAGOZA, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Adecco y Bantierra, la Caja Rural de Aragón, han presentado esta semana el informe 'La Responsabilidad Corporativa en el medio rural', que refleja que sólo el 22 por ciento de las empresas rurales de la Comunidad tiene algún trabajador con certificado de minusvalía en su plantilla.
Este estudio basa sus conclusiones en un análisis realizado a 75 empresas, que operan en el área rural de la región, en municipios de menos de 10.000 habitantes. Ambas entidades subrayan que se ha realizado "en una coyuntura compleja, en la que la crisis económica dificulta el acceso igualitario al mercado laboral de los grupos más vulnerables, una circunstancia que, en el entorno rural, puede verse acentuada".
En las empresas analizadas predominan las microempresas, de 1 a 5 empleados (33 por ciento); seguidas de las empresas de 11 a 15 trabajadores (13%) y de las de más de 50 personas en plantilla (19%).
De acuerdo con las conclusiones del informe, las personas con discapacidad están una situación de doble exclusión social, en la que la vulnerabilidad se hace "aún más acuciante". El acceso a ciertos servicios como la sanidad, la educación o el transporte "es más complejo y menos accesible", así como existen numerosas barreras arquitectónicas y de comunicación, "que no contribuyen a que la persona con discapacidad se desenvuelva con facilidad y garantías".
Estas circunstancias hacen del medio rural aragonés, en términos generales, un entorno "difícil" para el desarrollo y realización de las personas con discapacidad. Por este motivo, "el colectivo merece una especial atención: es necesario acometer políticas específicas que impulsen su participación social y laboral, a través de la eliminación de las barreras del entorno", defienden Bantierra y Adecco.
En este contexto, afirman que el compromiso de la empresa "es vital" para el proceso de integración. Sin embargo, y atendiendo a las empresas rurales analizadas, sólo un 22 por ciento tiene algún trabajador con certificado de minusvalía en su plantilla. De ellas, un 90 por ciento son organizaciones de más de 50 trabajadores y el 10 por ciento restante oscila entre los 30 y los 50 empleados.
A pesar de esta escasa incidencia, un 84 por ciento destaca que, si tuviera la oportunidad, contrataría personas con discapacidad. El otro 16 por ciento no lo considera, debido principalmente a la peligrosidad del puesto (en el 95 por ciento de los casos), que estas compañías consideran incompatible con la discapacidad. Además un 3 por ciento alega que sus instalaciones no son accesibles y un 2 por ciento que tiene temor a bajas continuadas.
LA LISMI, AÚN DESCONOCIDA
Bantierra y Fundación Adecco resaltan que, entre las conclusiones de este análisis, "llama la atención el hecho de que más de la mitad de las empresas encuestadas desconoce la Ley de Integración del Minusválido", un 66 por ciento de ellas, y sólo un 34 por ciento conoce la normativa legal. Al explicarles sus implicaciones, un 87 por ciento la considera justa y necesaria.
Se cumple el precepto de que, a mayor tamaño, mayor conocimiento de la RSC. Así, el 73 por ciento de los que conocen la LISMI son empresas de más de 50 trabajadores.
En el caso de las empresas rurales de Aragón y, limitándolas a aquellas de más de 50 empleados, se comprueba que la contratación directa es el modo más habitual de cumplimiento de la ley (38 por ciento de los casos). En segundo lugar, un 31 por ciento cumple la LISMI a través de la medida alternativa y otro 31 por ciento combina la contratación con la medida alternativa.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
De las 75 empresas analizadas, un 69 por ciento conoce el significado de Responsabilidad Corporativa. Sin embargo, un 31 por ciento admite desconocer este término y sus implicaciones.
Este desconocimiento asciende hasta el 90 por ciento en las empresas de menos de 5 trabajadores y desaparece en el caso de las que superan los 50. "Cuanto mayores son las dimensiones de la empresa, mayor conocimiento tienen del significado de RSC", indican las mismas fuentes.
A la luz de este resultado y, teniendo en cuenta el "importante peso" que las empresas pequeñas tienen en el entorno rural aragonés, "podemos afirmar que la Responsabilidad Corporativa aún debe experimentar un largo recorrido para ser visible y traducirse en estrategias transversales que permitan pasar de las acciones puntuales a los resultados sostenibles, a largo plazo".
