BRUSELAS, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las comunidades autónomas españolas subrayaron hoy que la cultura no sólo tiene importancia económica de manera directa, sino que también deben tenerse en cuenta los efectos indirectos positivos que se desprenden de la organización de eventos de distinta naturaleza y que, en algunos casos, han modificado "de manera decisiva" la imagen de una ciudad o región.
Las comunidades hicieron esta puntualización durante el debate sobre la economía de la Cultura que celebraron ayer los ministros europeos de Cultura y en el que también participó, en representación de los 17 Gobiernos autónomos, el consejero valenciano de Cultura, Educación y Deporte, Alejandro Font de Mora.
El Consejo de Cultura adoptó unas conclusiones en las que se incluye a la economía de la cultura como una de las prioridades del Plan de Cultura 2005-06. Se constató que "el crecimiento económico dependerá cada vez más de las inversiones en cultura y creatividad que deberán reconocerse en los objetivos de la Estrategia de Lisboa", indica el texto.
En rueda de prensa al término del Consejo este martes, Font de Morare conoció la importancia de algunos de los datos que facilitó el comisario de Educación, Jan Figel, relativos a que "el sector cultural supone un 2,6% del PIB de la UE y genera 1.800.000 empleos directos".
En este sentido, el consejero valenciano manifestó en nombre de las comunidades autónomas españolas su "decidida adhesión para que se incluya la cultura en la Estrategia de Lisboa", un plan comunitario para hacer que la UE sea en 2010 la economía más dinámica del mundo.
No obstante, reclamó como "matiz" que "se tenga también en cuenta aspectos relativos con el impacto socioeconómico indirecto de la cultura" y explicó que, "por experiencia de muchas comunidades autónomas y de la Comunidad Valenciana, la capacidad de inducción de actividad económica desde la cultura abarca muchos campos de muy diversa naturaleza que es importante que se estudien".
"La cultura se ha convertido en un factor decisivo de empuje para el atractivo nacional y regional, probablemente sea el impacto cultural en el exterior la mejor forma de atraer la mirada y los intereses económicos hacia las comunidades y las ciudades de España", dijo y agregó que "en diversas comunidades han tendido lugar acontecimientos o infraestructuras culturales que han cambiado su imagen de una manera decisiva".
Desde el punto de vista valenciano, Font de Mora señaló como ejemplo de beneficios culturales indirectos el caso de la Comunidad Valenciana, "paradigma que se puede poner en el mundo de la economía de la cultura", debido a la transformación que ha sufrido gracias a las inversiones en materia cultural.
"Gentes de toda procedencia te dicen que vinieron a Valencia hace 10 o 12 años y que ahora vuelven y que está irreconocible", dijo y subrayó que "la eclosión del empleo directo es importante, pero de las actividades indirectas, como crecimiento hostelero de Valencia, es espectacular".
GASTO CULTURAL
Font de Mora agregó que las comunidades coincidieron con todas las delegaciones en que los acuerdos de asociación entre la UE y países terceros deberían incluir un capítulo comercial y esperó que la esta importancia que se le otorga a la cultura produzca un cambio en la "mentalidad" de la oposición política "sea del signo político que sea", para que deje de calificar de "fasto" el gasto en cultura.
Se trata de cambiar "la mentalidad de los europeos hacia la consideración del esfuerzo cultural no como un gasto consultivo sino como una inversión de presente y de futuro", explicó el consejero que apuntó que "quienes tenemos responsabilidades de Gobierno, del signo que sea, solemos vernos atacados por las oposiciones, del signo que sea, que dicen que cuando hacemos algún evento o infraestructura cultural de determinada importancia son fastos".
Por el contrario, consideró que "hoy en día en la UE está claro que la inversión en material de cultura es solamente eso, una inversión, y en modo alguna debe considerarse como un gasto que no tiene rendimiento ulterior".
