Absuelto un padre de maltratar a su hija por llevársela a la fuerza de la calle mientras bebía alcohol

Europa Press Navarra
Actualizado: lunes, 14 diciembre 2009 18:19

PAMPLONA 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de lo Penal número 1 de Pamplona ha absuelto a un padre acusado de maltratar a su hija menor de edad por habérsela llevado a la fuerza de la calle cuando estaba con otras amigas bebiendo alcohol. El fiscal pedía siete meses de prisión por un delito de malos tratos.

Los hechos ocurrieron el 5 de octubre de 2007, sobre las 23.30 horas, cuando el padre caminada por la plaza de los Fueros de Tafalla y vio a su hija sentada con unas amigas, "comprobando por su manera de hablar y su actitud que se encontraba, sin duda, bajo los efectos del alcohol", dice la sentencia.

El padre pidió a su hija que se fuera a casa, pero la menor no accedió, y éste se fue a un bar. A la salida del bar, vio que la menor continuaba en la plaza con "la misma actitud" y, según la sentencia, "cogiéndola del brazo, le conminó para llevársela a casa". "Ante la oposición de la niña, el padre la agarró de los dos brazos", dice la sentencia, que añade que la joven "se resistía físicamente y gritaba que no quería irse, tirándose al suelo y agarrándose a las vallas y paredes".

Finalmente, el padre se la llevó "en volandas" hasta su vehículo, pero no pudo introducirla en él "dada su resistencia", por lo que llamó por teléfono a su madre, de la que se encuentra separado. Ésta acudió y se la llevó a casa. Como consecuencia de estos hechos la menor presentaba hematomas en los brazos en la zona axilar que precisaron de una primera asistencia médica y ocho días de curación de los cuales dos estuvo impedida para sus ocupaciones habituales.

La sentencia recoge que de los hechos se desprende que "el padre acusado ejerció sobre su hija una conducta autoritaria consistente en agarrar a su hija fuertemente por debajo de los brazos para llevársela del lugar donde estaba y ante el hecho de que la menor se encontraba bajo los efectos del alcohol".

La juez señala que "no hubo por parte del padre intención de dañar, ni siquiera de realizar ningún castigo físico, solo quería llevársela porque estaba muy preocupado" y añade que "es obligación de los padres proteger a los hijos, incluso contra ellos mismos".

La juez apunta que "todas las declaraciones coinciden en que el padre se acercó por dos veces a su hija para interesarse por su estado y, en la segunda vez, le conminó a que se fuera a casa de su abuela, a lo que contestó que no". "El padre le agarra del brazo y ella que no, finalmente el padre le agarra de los dos brazos y en contra de su voluntad se propone llevársela, a lo que ella empieza a gritar y a agarrarse a las paredes", indica.

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