El consejero asegura que "el objetivo número 1 de la multinacional es que los 149 trabajadores ya no formen parte de la plantilla de Sanyo"
PAMPLONA, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Industria y Trabajo del Gobierno de Navarra, José Javier Armendáriz, afirmó hoy que "será muy difícil, si no imposible," que la dirección de Sanyo ofrezca alguna alternativa de reindustrialización para la factoría de Tudela y afirmó que la multinacional "ha desoído todas las propuestas para permitir una nueva actividad industrial" en su factoría de la Ribera.
El consejero sostuvo ante la comisión de Industria del Parlamento de Navarra que "el objetivo número uno de la multinacional era que el próximo 1 de abril los 149 trabajadores de la factoría de Tudela ya no formaran parte de la plantilla de Sanyo España".
Además, José Javier Armendáriz destacó que el acuerdo alcanzado entre la empresa y los trabajadores no contempla ninguna alternativa de reindustrialización y recordó que la negociación se ha producido exclusivamente entre las dos partes. "Ambas han sido autónomas para llegar a los acuerdos que han alcanzado y ambas han acordado no contemplar ninguna de las alternativa de reindustrialización propuesta por el Gobierno de Navarra", señaló.
El consejero aseguró en comisión que Sanyo "no ha querido impulsar un plan de reindustrialización y eso ha sido aceptado por el comité en la firma del acuerdo" en el que se fijan las indemnizaciones para los trabajadores y las prejubilaciones, a las que se podrán acoger 90 de los 149 trabajadores de la fábrica de Tudela.
Ante esta situación, José Javier Armendáriz apuntó que "será muy difícil" conseguir el desarrollo de una nueva actividad industrial en las actuales instalaciones de Tudela. El consejero ofreció esta información a petición de los grupos parlamentario de Aralar, PSN, IUN y PNV.
Durante su comparecencia, el consejero consideró "lamentable" que las "duras y peyorativas" críticas que recibió por parte del comité de empresa la propuesta del grupo ISN para mantener la actividad en Tudela.
Armendáriz explicó que ISN se ofreció a trabajar en las instalaciones si Sanyo le garantizaba actividad durante un año y medio, tiempo necesario para transformar la fábrica e iniciar una nueva actividad industrial dando trabajo a los 70 empleados que no puedan acogerse a las prejubilaciones.
El consejero reiteró que, "sin la colaboración de Sanyo, difícilmente podría llevarse a cabo cualquier proyecto en sus instalaciones".
TRES PROPUESTAS DEL GOBIERNO
Además de esta alternativa, según informó Armendáriz, el Gobierno de Navarra propuso a Sanyo tres propuestas para mantener la actividad industrial en Tudela. La primera oferta consistía en mantener el proyecto de Sanyo con la fabricación de células fotovoltaicas; la segunda, un nuevo proyecto en el que Sanyo cediera su tecnología a SODENA y un grupo de empresarios navarros; y la tercera, que facilitara que una empresa utilizara las actuales instalaciones de Tudela para desarrollar un nuevo proyecto industrial.
Todos los grupos de la oposición reprocharon la actuación del consejero en el cierre de Sanyo y le acusaron, entre otras cosas, de carecer de política industrial (Aralar e IUN), de ser un "apagafuegos" y un "irresponsable" (PSN), o de no evitar la "desertización industrial de Navarra" (PNV).
Así, el portavoz de Aralar, Txentxo Jiménez, se mostró "sorprendido por el poco margen de maniobra del Gobierno de Navarra en esta materia, parece que no es él quien dirige la política industrial".
Jiménez denunció que "una vez más estamos ante el cierre de una empresa, con las consiguientes consecuencias negativas para la comarca y con un montón de trabajadores en la calle", y citó los casos de NOI, Ufesa, Tecal o Solano, entre otras empresas que presentaron expedientes de regulación de empleo.
En esta línea, la portavoz del PSN, Elma Saiz, vaticinó que José Javier Armendáriz "pasará a la historia como el consejero 'apagafuegos'" y apuntó que "tanto que se le llena la boca hablando de la concertación social, debería escuchar más a los agentes sociales". Elma Saiz también reprochó al consejero que hubiera dicho que "sin Sanyo no se puede hacer nada" y le dijo que "el consejero de Industria es usted, no el japonés".
El parlamentario de IUN José Miguel Nuin planteó que "si los únicos responsables de la reindustrialización son Sanyo y su plantilla, entonces casi cerraremos el departamento de Industria, o recortaremos el presupuesto".
En contra del criterio de la oposición, el portavoz de UPN, José Antonio Rapún, afirmó que "el Gobierno ha hecho todo lo que ha podido y ha intentado pertinazmente una solución que conllevaba tres aspectos: indemnizaciones, prejubilaciones y plan de reindustrialización".
Rapún subrayó que las dos primeras partes de esas condiciones ya se han cumplido, pero la tercera no, motivo por el cual el Gobierno informó negativamente al Ministerio de Trabajo sobre el expediente de regulación de empleo presentado por Sanyo.
Finalmente, el portavoz de CDN, Carlos Pérez-Nievas, apuntó que la Ribera presenta en estos momentos "la tasa de desempleo más baja de su historia" e indicó que ante la propuesta de ISN, que podría recolocar a 70 personas, "los trabajadores han preferido las indemnizaciones".
