Actualizado 31/01/2012 13:00

Antonio Casado.- El PSOE se divierte.

MADRID 31 Ene. (OTR/PRESS) -

Del minuto y resultado de la pugna Pérez Rubalcaba-Carme Chacón por la Secretaría General del partido podría quedar el tono de la cena-homenaje de los miembros de la Ejecutiva del PSOE a su todavía secretario general, Rodríguez Zapatero. Se convocó para el domingo por la noche y lo mejor de la misma fue la consagración de Juan Fernando López Aguilar y José Antonio Alonso como animadores.

Los dos ex ministros, de Justicia y de Interior, respectivamente, se arrancaron por Paco de Lucía, Serrat, boleros, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, entre otros, al calor del albariño que José Blanco se había traído expresamente de su tierra gallega. Y esa era la mejor noticia que se podía echar a la alforja el PSOE en sus horas más bajas. Claro que era fue un espejismo, un paréntesis, una tregua impuesta por la cortesía de la despedida a Rodríguez Zapatero.

El PSOE se divirtió en torno a Zapatero pero al terminar la cena, al filo de la media noche, cada mochuelo a su olivo. A la cruda y depresiva realidad de un partido en tensión. Por la cuenta atrás. El fin de semana se despeja la incógnita. Hay que elegir entre el felipismo de Rubalcaba y el zapaterismo de Chacón, a falta de otra cosa. La quiniela está en el aire. Los alineamientos previos, por la supuesta delegación de voto conferida a los representantes en los congresillos de hace nueve días, van a saltar por los aires cuando llegue el momento de votar. Delegado a delegado, uno a uno, en secreto y con urna.

Por desgracia, en el debate no se han cruzado debidamente, como era previsible, la clave ideológica y la clave generacional. Se habla de la necesidad de un rearme político e ideológico en el PSOE, pero no ha llegado a aparecer como motivo de legítima confrontación entre los dos candidatos. Si hubiera aparecido, estaríamos hablando de propuestas, de ideas, de programas, de contenidos. Pero, no. Nada de eso. Ni media palabra sobre la puesta al día de la socialdemocracia. Ni media palabra sobre las causas del hundimiento del PSOE en la segunda Legislatura del Gobierno Zapatero.

De los dos términos de la ecuación solo afloró el generacional, lo que nos hace hablar de personas y, lo que es peor, convierte la pugna por el liderazgo socialista en un puro careo. Si al final se trata de elegir entre dos perfiles personales, descargados de ideas y propuestas, el congreso del PSOE, que se celebra el próximo fin de semana en Sevilla, será un fracaso. Y empezarán a tener razón quienes sostienen que, a la vista de las circunstancias, el PSOE va camino de convertirse en un partido irrelevante.

Espero que eso no ocurra y que el congreso marque el retorno del PSOE al papel de le corresponde como pilar izquierdo del sistema democrático que siempre fue en la historia de la democracia española felizmente recuperada a la muerte de Franco.

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