Actualizado 13/04/2010 14:00

Antonio Casado.- El juez y la prevaricación.

MADRID 13 Abr. (OTR/PRESS) -

Según el juez del Tribunal Supremo Luciano Varela, contra el que las asociaciones de memoria histórica han presentado querella por prevaricación, hay indicios creíbles de que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón pudo cometer delito de prevaricación al forzar las leyes con una "argumentación artificiosa". Según Varela, lo hizo con la intención de atribuirse indebidamente la competencia para investigar los crímenes del franquismo, a sabiendas de que no podía hacerlo.

Dictar una resolución a sabiendas de que es injusta, es como define el Código Penal (446 y sucesivos) la prevaricación en jueces y magistrados. Y así valoran las asociaciones de memoria histórica la conducta de Luciano Varela. Así entienden FE de las JONS y el grupo ultraderechista Manos Limpias que actuó Garzón en su "causa general" contra Franquismo.

De la querella presentada contra Varela aún no sabemos si se admitirá o no. Estamos atentos a la pantalla. De la otra, Varela ya ha decidido que "ha lugar" a proceder contra Garzón. Es la antesala del procesamiento. Antes debe agotarse un plazo, que termina dentro de una semana, para que Garzón pueda presentar un recurso contra este auto (recurso de reforma, que ya presentó el sábado pasado) y, además, fiscal y acusaciones particulares presenten sus escritos de acusación. Sólo Falange y Manos Limpias, porque el fiscal, curiosamente, no acusa sino que pide el archivo. Después, con toda probabilidad, se decretará apertura de juicio oral. Será la hora del banquillo para Garzón. Y casi de modo automático, el CGPJ le suspenderá cautelarmente en sus funciones jurisdiccionales.

Un procedimiento perfectamente tasado para establecer si Garzón ha cometido el delito de prevaricación, el más grave que se le puede imputar a un juez. Por haber forzado "a sabiendas" la Ley de Amnistía, aprobada en la etapa preconstitucional de la transición, que decretaba olvido y perdón para los crímenes del Franquismo.

Las leyes no son de hierro ni los jueces son autómatas a la hora de aplicar el principio de legalidad. Garzón no es el único que defiende la jurisdicción universal para crímenes de lesa humanidad, como los del Franquismo, que, según tal principio, son imprescriptibles por naturaleza. El asunto es discutido y discutible, pero de difícil encaje en una conducta prevaricadora. De hecho, no prosperaron las tesis de Garzón respecto a su competencia. Pero eso no encaja en la imputación de conducta prevaricadora. Sería un proceso de intenciones, contra el parecer de la Fiscalía, los magistrados de la Audiencia Nacional que compartieron las tesis de Garzón, la Asociación de Jueces para la Democracia y reputados juristas internacionales. ¿Cómo procesar la intención de un juez, en el ejercicio de su función jurisdiccional, si las leyes no son de hierro ni los jueces son robots? Equivocarse no es prevaricar.

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