MADRID 9 Dic. (OTR/PRESS) -
Es todo un espectáculo ver cómo la Unión Europea, sus ministros de economía, no logran ponerse de acuerdo en casi nada. La situación de España y de otros países de la Unión no sólo no acaba de mejorar sino que no se ve el horizonte. Se trata de buscar soluciones que acaben con los movimientos convulsos de los mercados de deuda, con la desconfianza de los inversores. Pero, no hay forma. Alemania ya ha dicho por activa y por pasiva que no piensa poner un duro más; que no va a volver a contarle a sus ciudadanos que hay unos países que no han hecho bien sus deberes y que hay que ayudarles. Y tampoco acaba de ver eso de emitir eurobonos, porque creen que acabará perjudicando a los que lo han hecho bien, aunque pueda ser una solución para los que lo han hecho mal. Total, que estamos como estábamos. España necesitaría un rescate de 400.000 millones de euros y hoy por hoy no hay dinero.
Por eso lo que necesita España es generar confianza, la suficiente para salir de ese pelotón de países atacables. El Gobierno presenta medidas y aunque nadie pueda estar en contra -molestar, no molestan- son a todas luces insuficientes para reducir el déficit y generar confianza. Veremos cómo y cuándo llega la reforma del sistema público de pensiones. En este caso sí que el ahorro de aquí a unos años sería considerable si al final vamos a trabajar más y cobrar menos. Pero, claro, aquí el Gobierno choca con su forma de actuar cortoplacista, con unas elecciones municipales y autonómicas a la vuelta de la esquina y con unas encuestas que avanzan unos resultados catastróficos para los socialistas.
En fin, que la casa sigue sin barrer; que las empresas ni ven ventajas para decidirse a invertir, ni a contratar, ni consiguen un duro de bancos y cajas que han cerrado el grifo a cal y canto. Y los ciudadanos cada vez pagan más por sus facturas y se siguen yendo al paro, otros casi 25.000 en noviembre. Un panorama desolador que nadie sabe cómo puede cambiar mientras esté este Gobierno al mando. Ha habido rumores fuertes de una intervención de España. ¿Han conseguido pararse?. ¿Por cuánto tiempo? .
CARMEN TOMAS