Cayetano González.- Mediadores internacionales.

MADRID 21 Sep. (OTR/PRESS) -

Hay que reconocer la habilidad que tiene la banda terrorista ETA para hacer de la necesidad, virtud. En un momento en que su debilidad organizativa y operativa es mas que evidente, gracias a la eficaz labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado; en un momento es que su aislamiento social, también en el País Vasco, es cada vez mayor; en un momento en que su mundo, el de los presos y el de la denominada izquierda abertzale, esperan ansiosos que ponga punto y final a la violencia, los primeros, para poder empezar a pensar en salir de la cárcel y los segundos, para poder estar en las Instituciones, va ETA y en una pirueta en el aire, dice estar dispuesta a sentarse con los mediadores internacionales que el pasado mes de marzo hicieron pública una declaración en Bruselas en la que solicitaban a la banda un "alto el fuego" unilateral, sin condiciones y verificable internacionalmente.

ETA y su mundo han tenido siempre una querencia natural a eso que se ha venido en denominar la "internacionalización del conflicto"; es decir, a transmitir a la opinión pública internacional que ellos son únicamente unos "luchadores" -"gudaris" en su terminología- por la libertad de un Pueblo, el vasco, oprimido por un Estado, el español. Por lo tanto, la trampa para los demócratas y para el Gobierno está en la simple aceptación de que unos "mediadores internacionales" tengan capacidad para intervenir en la resolución, no de un "conflicto", sino de un problema que consiste lisa y llanamente en que una banda de asesinos como es ETA lleva más de cuarenta años matando y utilizando la violencia para conseguir fines políticos. Como mucho, se podría admitir que los "mediadores internacionales" se limitaran a verificar que la voluntad de ETA es la de entregar las armas. Y punto.

Por lo demás, no hay ninguna novedad en la segunda entrega del comunicado de la banda terrorista dado a conocer este pasado fin de semana. Siguen empecinados en entablar una negociación de tu a tu con el Gobierno en la que lógicamente exigirían contrapartidas políticas por abandonar la violencia. Mientras tanto, su brazo político, Batasuna, sigue sin desmarcarse de ETA y en esas condiciones sería un gravísimo error por parte del Gobierno el dejarles presentarse a las elecciones municipales y forales del próximo mes de mayo.

Algunos piensan que este nuevo comunicado de ETA, mostrando su disposición a reunirse con los "mediadores internacionales" pone negro sobre blanco que el Gobierno de Zapatero está detrás de este "proceso" y que esto es un paso más en esa dirección. Como las dudas son fundadas y, sobre todo, la experiencia reciente indica que este Gobierno ya negoció en la pasada legislatura con la banda terrorista, lo cual genera una enorme desconfianza, lo único que cabe es pedir a la opinión pública que esté muy vigilante para no permitir que se vuelva a repetir ese gran error, que muy al contrario de lo que sostiene el propio Zapatero, le dio esperanzas a ETA de que podía conseguir ventajas políticas por dejar de matar.