Actualizado 27/09/2010 14:00

Consuelo Sánchez-Vicente.- Luz en el túnel de ETA

MADRID 27 Sep. (OTR/PRESS) -

Quién nos iba a decir que algún día sentiríamos absoluta indiferencia y hastío ante los comunicados de ETA, tres en menos de un mes es la última recua, el tercero obscenamente 'conchabados' con Batasuna para intentar volver a engancharse como sea a la teta del erario público, que el hambre aprieta... Con su corte de pasitos retóricos hacia ninguna parte, escritos y representados por sus sicarios de plantilla con la verborrea y la parafernalia insultantes que les caracteriza, solo producen desprecio. Como tan crudamente se ha encargado de demostrar el suma y sigue de muertos antes y después de cada tregua, mienten, ETA siempre ha mentido, siempre ha sido una gran mentira

La de debates nacionales que nos hemos montado sobre que querían decir cada coma y cada palabra de esos comunicados da para varios libros. Yo creo que ha sido inevitable que acaparasen durante todos estos años la agenda pública, pero la indiferencia de hoy me parece perfectamente lógica. No ha sido, en mi opinión, una pérdida de tiempo. Se aprende, las personas normales, a base de equivocarse. De equivocarnos. Hijos de la angustia vital que produce el terror, ansiosos de despertar de la pesadilla etarra, les hemos dado un papel que les viene muy grande. Hemos creído ver en cada engaño un signo de esperanza durante un tiempo aparentemente eterno pero, que si me lo permiten, yo creo que no hay sido ni corto ni largo sino el necesario para convencernos de que con está banda no hay medias tintas que valgan

Se acabó. ¿Se acabó? Botella medio vacía: sí, ya se que resulta arriesgado dar por hecho algo en política, el cinismo es el rey de esta fiesta y el oportunismo su heraldo. A fuer de sincera debo admitir que en el fondo del fondo la verdad es que no las tengo todas conmigo, si al final de la curva el Gobierno se tapará un ojo (o los dos) ante una lista pseudoBatasuna. Pero, botella medio llena: a pesar de lo anterior, yo esta vez tengo el pálpito de que Gobierno y oposición van en serio y juntos contra ETA cuando juntos le advierten que ya no tiene otra opción, renunciar para siempre a la violencia, o la soledad y el ostracismo. El secreto del fin de ETA era restañar la unidad del PSOE y del PP (que ETA perdiese la esperanza de obtener algún rédito político por dejar de matar con uno u otro) y que remitiese el apoyo social vasco a la banda. Lo primero parece conseguido, en sus últimas declaraciones públicas Rajoy ha admitido lo que no se cansa de repetir también en privado, que comparte y apoya la estrategia contra ETA de Zapatero. Lo segundo, el apoyo... estamos en ello

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