Fermín Bocos.- Parados de foto.

MADRID 13 Ene. (OTR/PRESS) -

A tono con la falta de grandeza de la política nacional, la crítica política entre políticos se ha vuelto minimalista. Escasa de sustancia. Andan ahora en el PSOE a vueltas con la foto de Rajoy enluciendo una cola de parados a las puertas de una oficina del INEM. Pajín, la portavoz socialista, opina que la instantánea es indecente. Probablemente quiso decir que le parecía indecorosa, pero, yendo a la almendra de la cuestión, habría que preguntarse sí los asesores del líder de la oposición seguían de vacaciones el día en el que el periódico "El Mundo" -"chapeau" para ellos, una cosa no invalida la otra-, sí los asesores, digo, convencieron a Rajoy para que se dejara retratar junto a los parados.

Sería de necios negar que el problema es el paro y no la foto. Ese es el drama de España y el gran fracaso del Gobierno Zapatero, pero, dicho eso, a nadie con sensibilidad se le escapa que lo que ha dejado claro Rajoy es que su partido está dispuesto a convertir el paro en el eje la estrategia de acosos de una campaña electoral en marcha a dos años vista de las elecciones. Una cosa es apuntar las medidas que tomaría el PP, caso de estar gobernando, y otra muy diferente -falta como poco, de finura política- es hacerse retratar con un grupo de parados a quienes se utiliza descaradamente para lanzar un mensaje político con el que puede que no estuvieran de acuerdo todos los que aparecen en la foto acompañando inopinadamente al líder popular.

Ya digo, está claro que el problema principal, el drama social, es el paro, pero no estaría de más que antes de la próxima sesión fotográfica, el señor Rajoy contratara algún nuevo asesor de imagen. Si lo hace, creará un puesto de trabajo y se ahorrará algunas críticas.