Actualizado 15/07/2010 14:00

Fernando Jáuregui.- Debate: Más de lo mismo, pero más alto.

MADRID 15 Jul. (OTR/PRESS) -

Quien ha asistido ya a tantos debates sobre el estado de la nación en el Congreso de los Diputados suele estar ya curado de espanto. Así que a mí no me llama demasiado la atención el hecho de que Zapatero le diga a Rajoy aquello de que "usted no arrima el hombro para hacer algo por España", mientras el presidente del PP sostiene que el gran problema de España es Zapatero, que tiene que anticipar elecciones para marcharse. Ya escuchamos algo parecido, aunque más contundente, cuando José María Aznar le soltó a Felipe González lo de "¡Váyase, señor González, váyase". Lo que pasa es que en esta ocasión el tono fue más elevado y la coyuntura, económica, social e institucional, es más preocupante que otras veces.

Tras pasar muchas horas escuchando los parlamentos de Sus Señorías -aunque escribo poco después del rifirrafe entre Zapatero y Rajoy, ese duelo al sol cada año, cada miércoles de sesión de control parlamentario, repetido--, salgo convencido de que estos debates sirven de poco. No se adelantan soluciones, al menos no soluciones imaginativas, y se insiste en mirar todo del lado rosáceo, por parte del uno, y más bien negruzco, por la del otro. Dos españas, dos mundos, dos análisis de unos datos que, en teoría, deberían ser los mismos.

Zapatero y Rajoy simplemente no se soportan, aunque sospecho que hablan por teléfono mucho más de lo que se dice. En esta ocasión, daba la impresión de que los puentes estaban cortados, de que no hay 'línea roja' entre ambos, aunque yo creo que sí, que escenifican, aun involuntariamente, sus diferencias, que no son tantas. Porque ZP diseña ahora -ahora_una política económica que parece trazada por el mismísimo Cristóbal Montoro, responsable económico de los 'populares', que irrita profundamente a Izquierda Unida y a los sindicatos. Y porque, en el fondo, Rajoy ha dicho 'sí' a muchas cosas de la responsabilidad del Gobierno y a las que forzosamente tenía que decir 'sí'.

Dice el proverbio árabe: "la primera vez que otro te engaña, la culpa es del otro; la segunda vez, la culpa es tuya". Me lo apunto, por haber esperado, optimista incorregible, que de este debate surgiese algo constructivo, por haber creído que Rajoy iba a adelantarse tendiendo una mano al tambaleante -sí, lo ví en mala forma_ Zapatero, por haber pensado que el presidente del Gobierno aún sacaría alguna idea del copete, algo ilusionante para los españoles. No hay ideas, ni voluntad de pacto, ni manos tendidas.

Sí, tiene razón Rajoy, lamentablemente: esta primera parte del debate fue muy similar a la del año pasado. Incluyendo la mutua falta de ideas y propuestas nuevas, frescas, renovadas. Si se me permite una incursión en lo personal, debo decir que este miércoles se me ha acabado la euforia de las victorias de 'la roja' y vuelvo a la vieja, conocida, decepción. Resumo citando una frase de Zapatero a Rajoy: "ya sé que yo he perdido confianza de los ciudadanos, pero ni que usted estuviese para echar cohetes en las encuestas". Pues eso: otro duelo a garrotazos goyesco

Últimas noticias sobre estos temas

Contenido patrocinado

Foto del autor

Victoria Lafora

¡Qué vergüenza!

Foto del autor

Carmen Tomás

Ellos se forraban y tú pagabas

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Lo único que Sánchez no puede hacer es no hacer nada

Foto del autor

Antonio Casado

Memoria de Rubalcaba