Fernando Jáuregui.- No te va a gustar.- "Una gran putada".

MADRID 8 Sep. (OTR/PRESS) -

Dice el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, entrevistado en una radio entre otros por mí mismo, que "la huelga general es una gran putada". Fue para mí una relativa sorpresa: demasiado sabemos, quienes, cada vez más 'rara avis', respetamos a los sindicatos, cuánto les ha costado convocar este paro del próximo día 29. Tanto Toxo como Cándido Méndez saben que la huelga va a ser un fracaso y que CC.OO y UGT se dejarán muchas plumas en esta pelea, que no han tenido más remedio que acometer.

Ha habido sondeos que dicen que más del setenta por ciento de los españoles 'pasan' de esta huelga, pese a los motivos objetivos que pueden existir para convocarla (no, a mí tampoco me gusta 'esta' imprecisa, posiblemente injusta, reforma laboral). El pasado domingo, en el tradicional acto sindical de Rodiezmo, entusiastas asistentes gritaban a los dirigentes ugetistas: "¡no la hagáis!", refiriéndose, obviamente, a esta jornada de paro. No me extrañó demasiado, por tanto, que Toxo, tras decir lo de la "gran putada", añadiese: "lo raro sería que la gente nos aplaudiera por convocarla, porque es la constatación del fracaso del diálogo social".

A continuación, el líder de Comisiones se lanzó a justificar, lógicamente, la convocatoria, con los argumentos ya bien conocidos y sin duda respetables, pero, a mi modo de ver, equivocados: porque ¿qué diablos va a solucionar ahora una huelga general? ¿Va a generar empleo para los cinco millones de parados? ¿Va a obligar al Gobierno y a la mayoría de los grupos parlamentarios a retirar la legislación sobre la reforma laboral? Es obvio que no. Entonces ¿a qué convocar un paro que no va a tener apenas seguimiento, que va a separar aún más al mundo laboral de sus representantes, que va a ser utilizado por algunos medios extranjeros, que actúan 'interesadamente' para enfatizar lo mal que van las cosas en España?

Lo dicho: una putada. Para todos, pero especialmente para Ignacio Fernández Toxo y para Cándido Méndez. Y lo peor es que ya no parece haber camino de retorno...