Actualizado 02/11/2010 13:01

José Cavero.- 5.000 empleos para quienes ni estudian ni trabajan.

MADRID 2 Nov. (OTR/PRESS) -

La reforma laboral está a punto de entrar en las políticas de recolocación de parados. La Generalitat de Cataluña, según informa este lunes El Periódico, publicará en el Diario Oficial de la Generalitat, en los próximos días, una convocatoria del departamento de Treball que utiliza el nuevo contrato formativo creado por la controvertida ley del Gobierno central como instrumento para luchar contra un desempleo juvenil del 37%. El objetivo del plan es formalizar 5.000 contratos en empresas interesadas, con la intermediación de los ayuntamientos, destinados a jóvenes que ni trabajen ni estudien, los conocidos como ni-ni. La cifra de este colectivo se ha multiplicado con la crisis hasta alcanzar a 154.000 jóvenes, que equivalen al 23% de todos los menores de 25 años en la comunidad autónoma. "Para convertir a estos jóvenes en sí-sí (sí estudian y sí trabajan)", la consellera de Treball, Mar Serna, ha diseñado un plan piloto dotado con un presupuesto de casi 20 millones que se destinará a pagar la formación y el 70% del sueldo de los contratados. La conselleria ya había planificado esta partida, financiada con fondos propios de la Generalitat, en el presupuesto inicial del departamento. La puesta en marcha del plan estaba a la espera de la aprobación definitiva de la reforma laboral, según explicó Joan Josep Berbel, director del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC). El nuevo contrato de formación, según Berbel, tiene ventajas tanto para el trabajador como para la empresa debido a que genera el derecho al cobro de la prestación de desempleo -a diferencia de la modalidad anterior- y está bonificado con un ahorro del 100% de las cotizaciones a la Seguridad Social.

"El plan es un ejemplo de buena utilización de la reforma laboral y supone un salto hacia delante en las políticas activas de empleo", aseguró a El Periódico de Cataluña el director del SOC, que equipara la nueva modalidad contractual con la vieja figura del aprendiz en las empresas. La reforma laboral también modificó las condiciones salariales, al ajustar la remuneración inicial al tiempo trabajado sin tener en cuenta las horas de formación. Los jóvenes del programa de la Generalitat percibirán, al menos, el 70% del salario mínimo interprofesional (SMI), es decir, 443 euros mensuales. Antes de la reforma, el sueldo básico para los contratos formativos era del 100% del SMI en el primer año. Ahora, ese sueldo solo se garantiza en el segundo ejercicio. Además, el anterior contrato para la formación preveía un límite de 21 años para los beneficiarios, que ahora se ha elevado a 24 en el caso de jóvenes que hayan abandonado a la formación profesional de grado medio. La duración mínima de los nuevos contratos formativos será de seis meses. Con anterioridad, el departamento de Treball impartirá una formación básica de 388 horas. Estos cursos permitirán recolocar a una parte de los monitores y profesores que se quedaron sin empleo con la reestructuración de los programas de escuelas taller y casas de oficios de Treball.

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