Actualizado 07/10/2010 14:00

José Cavero.- Blanco confió hasta el domingo en el triunfo de Trini.

MADRID 7 Oct. (OTR/PRESS) -

La historia de la efímera candidatura de Trinidad Jiménez, y no de Tomás Gómez, se inicia antes de verano, y dura apenas un trimestre, hasta las elecciones del domingo pasado. En El Confidencial se recuerda que fue José Blanco quien persuadió a José Luis Rodríguez Zapatero, antes del verano, de que Trinidad Jiménez tenía más tirón electoral que Tomás Gómez. Y el propio Blanco alimentó hasta el último minuto, exactamente hasta la media tarde del pasado domingo, las esperanzas del líder socialista -y del aparato de Ferraz- de que su candidata vencería en las primarias de Madrid y podría enfrentarse con ciertas garantías de éxito a Esperanza Aguirre en las autonómicas de 2011.

Según esta versión de los hechos, pocas horas antes de que se cerrasen las mesas electorales repartidas por las agrupaciones socialistas de la Comunidad de Madrid, el número dos del PSOE llamó por teléfono a Zapatero, consciente de que ambos se jugaban mucho en el envite, para darle una buena noticia: "Tranquilo presi, Trini gana por 500 votos". Blanco casi clavó la cifra -el ex alcalde de Parla sacó 558 votos a la ministra de Sanidad-, pero acabó errando el tiro. Fuentes socialistas solventes que cita El Confidencial han asegurado que el vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento telefoneó a Zapatero el domingo a media tarde a La Moncloa para informarle de la marcha de las primarias. En ese momento, Blanco estaba convencido, gracias a los datos de los que disponía, del triunfo de Jiménez. Y así se lo comunicó a Zapatero: "Tranquilo presi, Trini gana por 500 votos". Hacia las 20.40 horas, apenas 45 minutos después del cierre de las urnas, el presidente del Gobierno, que estaba en su despacho preparando la reunión que celebraría al día siguiente en Bruselas con jefes de Estado y Gobierno de Europa y Asia, supo que los militantes socialistas de Madrid le habían dado un buen revolcón. Y la tranquilidad que poco antes había tratado de transmitirle Blanco, dejó paso a la decepción. Y a la preocupación.

Blanco pasó la jornada del domingo en Galicia, pero permaneció informado en todo momento del proceso de primarias, que se desarrolló desde las 10 de la mañana hasta las 8 de la tarde. El número dos del PSOE, que asistió en Santiago de Compostela a un encuentro con militantes socialistas en el que también participó el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, y el alcalde de la ciudad, Xosé Antonio Sánchez Bugallo, estuvo muy pendiente de su teléfono móvil, según las fuentes consultadas, para estar al tanto de las noticias que sus colaboradores le comunicaban desde Madrid. Según esas fuentes, ni Blanco ni los equipos de campaña de Jiménez y Gómez realizaron sondeos a pie de urna para tratar de adelantarse al escrutinio. "No tenía mucho sentido hacerlos. Sólo había 18.000 militantes con derecho a voto, y los resultados del recuento se conocerían en poco más de media hora después del cierre de las mesas", añaden. "Muchos votos ya estaban teóricamente comprometidos por los avales previos, y una gran mayoría de los simpatizantes de Trini acudió a votar antes de mediodía. Eso, tal vez, debió confundir a Blanco y hacerle pensar por la tarde que, según sus prospecciones, ella iba a ganar", sostienen las fuentes consultadas. Un portavoz oficial de Blanco, contactado anoche por El Confidencial, ni confirmó ni desmintió la llamada de aquél a Zapatero en la noche del domingo... Esta vez, "el brujo gallego", famoso por acertar las quinielas electorales, falló de plano...

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