Actualizado 22/02/2010 13:00

José Cavero.- Blanco será el estratega del Pacto de Estado

MADRID, 22 Feb. (OTR/PRESS) -

Todos parecen prepararse para la "reunión del pacto de Estado por la economía", anunciada para el jueves por el presidente Zapatero. Se producirá ese día un primer encuentro, a partir del cual se supone que se formarán grupos de trabajo y empezarán a concretar propuestas concretas. Algo, muy poco, se sabe sobre por dónde comenzarán los debates. Desde El País se nos ha explicado este domingo que el ministro José Blanco tiene el encargo de dar peso político al pacto. Y que ha sido el elegido para compensar las tendencias liberales de los otros dos ministros integrantes de esa "troika" de ministros, la vicepresidenta Salgado y el titular de Industria Sebastián. Zapatero ha encumbrado a Blanco como vicepresidente de facto -observa el diario Público-, tras descartar sentarse él mismo a la mesa de negociación. De manera que Blanco ha resurgido como hombre fuerte indudable e incuestionado: no sólo es el ministro inversor, sino el vigilante de la estrategia del partido socialista, de acuerdo con el líder Zapatero.

Pero, a continuación, lo primero que deberán superar los ministros es la desconfianza y el escepticismo que se ha encargado de cultivar y que difunde permanentemente el PP. Primero fue Dolores de Cospedal, y ahora es el propio Rajoy quien observa con desconfianza sin límite esos trabajos. Hoy mismo reitera Rajoy que el presidente no quiere pactar, sino solo ganar tiempo, y esperar, sencillamente, a que escampe. Y una vez más, Rajoy reclama a Zapatero que rectifique de sus propias recetas y se acoja y asuma las del PP. Los socialistas, a su vez, señalan la irresponsabilidad histórica del PP y de Rajoy en esta hora crítica. El propio José Blanco denuncia esa pasividad de los populares, cuando proclama desde Público que "los nacionalistas están demostrando más sentido de Estado que el PP". Añade que el PP debe decidir si actúa como motor o como freno de la recuperación económica. Ahí estará, por consiguiente, el primer escollo a superar: tratar recomprometer al PP en unos acuerdos hacia los que, hasta la fecha, ha permanecido al margen, por entender que la crisis misma, su profundidad y duración, les iba a favorecer de manera automática.

Es posible que no estén ya tan convencidos de que será de ese modo, porque si la crisis no tiene una salida próxima, pudiera prolongarse en el tiempo, y continuar algunos o unos cuantos años más, para desesperación de todos... Y en tal caso, también los populares se verían muy seriamente alcanzados por la depresión generalizada. Pero, de momento, Rajoy reduce ese intento de pacto a un intento socialista de ganar tiempo. Y por ello, las advertencias que les hace Blanco: Si el PP no entierra el hacha de guerra, tendrá que dar muchísimas explicaciones a los ciudadanos. Los analistas políticos también tienen presente que José Blanco cultiva, desde hace tiempo, la relación con los dirigentes de CiU y del PNV en el Congreso, Durán i Lleida y Josu Erkoreka. Y aunque ambos ya han advertido que no serán menos "palmeros", no es improbable que el Gobierno se pueda apoyar en ellos como alternativa al renuente PP. De otro lado, un cronista barcelonés señalaba en su columna que "todo apunta a que Zapatero colmará de atenciones a CiU en plena campaña catalana", con lo que tal cosa pudiera suponer de tensionar las relaciones de Zapatero con Montilla y el PSC.