MADRID 21 Jul. (OTR/PRESS) -
Con relativa frecuencia, desde el Gobierno socialista de Zapatero se ven forzados a hacer gestos que tranquilicen y mantengan la relación fraternal con el PSC, socialistas catalanes de obediencia a Montilla. Por su parte, el PSC de vez en cuando suscita la sospecha de que pudieran "independizarse" y tener grupo propio, ajeno al PSOE global, para defender sus propias posiciones sin tenerse que plegar a las necesidades "de Madrid". Ahora mismo están nuevamente bajo sospecha y bajo presión esas relaciones, por causa de las reacciones que Montilla viene produciendo, por sí mismo, y exigiendo a sus restantes socios, tanto en Barcelona como en Madrid. Los socialistas, por ejemplo, se ven en la necesidad de dar apoyo a la pretensión del PSC y de sus restantes socios del tripartito de apoyar el concepto de "nación política" aplicado a la Cataluña posterior a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut.
Este mismo martes tenía una nueva "prueba de fuego" al presentarse y votarse las mociones resumen del reciente debate del estado de la Nación. Finalmente, el pacto de mínimos del pasado viernes en el Parlament, donde el Tripartito y CiU votaron una moción en defensa del Estatut que se limitaba a reproducir el Preámbulo del texto que el Tribunal Constitucional ha recortado e interpretado a la baja, no se aprobaba en forma de moción en el Congreso en la última sesión del debate del estado de la Nación. Finalmente, el PSC, cuyos 25 diputados se integran con los del PSOE en el Grupo Socialista, se ha mantenido fiel al texto pactado con sus correligionarios y decidió no apoyar en el Congreso la resolución que sí respaldó en el Parlament recordando que Catalunya se ha definido a sí misma como "nación". Un Preámbulo que el TC no ha declarado inconstitucional pero cuya falta de relevancia jurídica ha subrayado en una sentencia que recuerda que la Constitución "no conoce" más nación que la española. Ante la imposibilidad de acuerdo con CiU y ERC e ICV para trazar una estrategia conjunta ante el recorte, Montilla propuso reafirmarse en el Preámbulo, que además del carácter nacional de Catalunya insiste en la secular voluntad de autogobierno.
La idea de los defensores del Estatut era que el acuerdo del Parlament se trasladara a Madrid. El pacto catalán se cerró con plazo suficiente para presentar mociones en el debate del estado de la Nación desarrollado los días 14 y 15. CiU, ERC e ICV optaron finalmente por enmendar sus resoluciones del Estatut y también la que pactaron el PSC y el PSOE. En todas incorporaron el texto del Preámbulo. Pero los socialistas avanzaron que no las aceptarían y que tampoco apoyarían ninguna de las mociones de los tres partidos catalanes. De este modo, la frágil unidad de la semana pasada en Catalunya no cristalizaba en Madrid horas antes de la crucial reunión que, para estudiar la operación de "rescate" del Estatut, mantendrán Montilla y José Luis Rodríguez Zapatero en la Moncloa. Fuentes del PSC implicadas en la negociación con el PSOE explicaron que no era necesario que el Congreso "volviera a votar" el Preámbulo "porque ya lo hizo en 2006 al aprobar el Estatut".
Pese al poco entusiasmo, añadían que, llegado el caso, "no habría problema para apoyar el texto" y reforzar la posición catalana. Y en el Parlament el portavoz del PSC, Miquel Iceta, recordó que el Preámbulo fue ratificado por el TC dando a entender que el PSOE no pondría objeciones a votarlo de nuevo. Pero el lunes, tras la reunión de la dirección del PSC, Iceta, sin modificar el discurso, recordó que la moción por el Estatut y el desarrollo pleno del autogobierno catalán que pactaron el PSC y el PSOE en Madrid ya recoge en gran medida el espíritu la moción del viernes en el Parlament. Donde el Parlament habla de "disconformidad" con el TC, la moción socialista en el Congreso habla de "malestar" y donde una habla del "potencial de autogobierno", la otra habla de "garantizar plenamente el anhelo". La del Parlament, que CiU, ERC e ICV-EUiA apoyaron sin mucho entusiasmo, reproduce íntegramente el Preámbulo y la del Congreso lo cita de forma indirecta. La diferencia estriba en que la moción de este martes habla de "realidad nacional catalana" y el Preámbulo del texto, que el PSOE no apoyo ahora, se refiere a Catalunya como nación, contraviniendo al TC. CiU, ERC o ICV se plantearon abstenerse a la moción socialista para que el Congreso "apruebe algo" en defensa del Estatut que los catalanes votaron en referéndum.