Actualizado 15/09/2010 14:00

José Cavero.- Lo que es empleo o desempleo.

MADRID 15 Sep. (OTR/PRESS) -

Ha suscitado controversia la afirmación del presidente Rodríguez Zapatero, este lunes, en Oslo, cuando ha explicado una de las enseñanzas aportadas por la crisis, en su derivación extrema que es la pérdida de empleo de muchos ciudadanos: un parado que está en formación no es un parado, está trabajando por España, explicó Zapatero, en una afirmación que de inmediato rechazaron desde el PP. Y sin embargo, es evidente que, en el contexto de su declaración, y como hoy explican algunos medios, lo que el presidente pretendía enfatizar era que el cobro del subsidio ya está o estará condicionado a la formación de los parados. A otros, en cambio, no les parece adecuado que el presidente vea a nuestro país como un laboratorio donde ensayar políticas de empleo.

Y, sin embargo, no es menos cierto lo que observan las autoridades del FMI: que esta crisis deja tras de sí "un desierto de parados sin parangón". Lo proclamaba el director-gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, advirtiendo, de paso, de que "aún no se ha detenido". Strauss-Kahn ha realizado estás declaraciones en una mesa redonda celebrada con motivo de la reunión convocada por la institución que preside y la Organización Internacional del Trabajo en Oslo, y en la que también participaba Zapatero. Además, el director gerente del FMI, tras señalar que el deterioro ha puesto a prueba los modelos económicos de los diferentes países, ha contrapuesto el caso de Alemania, Japón o Noruega, donde el desempleo apenas se modificó, frente al de otros como el de España o EE UU, donde el paro creció más notoriamente durante la crisis por su excesiva dependencia -y abusos- del sector de la vivienda.

Sin salir del caso español aunque sin citar directamente a España, el director gerente del FMI ha lamentado especialmente el fuerte aumento del paro juvenil, que se ha duplicado hasta más del 40 por ciento. "Si no se adoptan las políticas adecuadas para hace frente a esta tragedia, el coste económico y social será tremendo porque estamos hablando de una generación perdida", ha señalado. De acuerdo con la última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al segundo semestre de 2010, la tasa de paro entre los jóvenes españoles menores de 25 años es del 42,06 por ciento. La tasa es ligeramente superior en el caso de los varones (43,46 por ciento) que en el de las mujeres (40,37). De acuerdo con las cifras de Eurostadt, en el conjunto de la Unión Europea la tasa de desempleo de jóvenes entre los 15 y los 24 años era del 20,2 por ciento en julio de 2010. En la zona Euro ese porcentaje baja hasta 19,6. Alemania, Austria y Noruega son los país con menores tasas de desempleo juvenil (los tres con porcentajes en torno al 9 por ciento).

Es decir, estamos ante toda una generación perdida, si las medidas para impulsar la creación de nuevos empleos, o de empleos para las nuevas generaciones, no da los resultados apetecibles. De ahí la importancia y trascendencia de la reforma laboral recientemente elaborada, y nacida en medio de muy extendidas desconfianzas y críticas.

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