MADRID 19 Jun. (OTR/PRESS) -
Es frecuente que Esperanza Aguirre, presidenta autonómica, entre en materias de Estado y haga críticas de política nacional. En modo alguno quiere reducirse a los problemas "de Madrid". Más bien, y con asiduidad, prefiere abordar cuestiones que también abordan Rajoy o Cospedal en su propio partido, a menudo con matices propios y diferenciados. Ahora lo ha hecho sobre la reforma del mercado laboral, cuando aún se desconoce la actitud que mantendrá el PP en la votación en que deberá convalidarse el decreto, el próximo martes, día 22. En las últimas horas, se insiste en que muy probablemente el PP se abstendrá, después de haber dicho, primero, que posiblemente lo apoyaría, y más tarde, que era una norma inadecuada, inconveniente y que no resolvería ningún problema...
Pues bien, después de aquella otra afirmación de Aguirre, efectuada a micrófono abierto, sin ella saberlo, sobre la reforma laboral. "Esta mañana he dicho barbaridades", confesaba a Rajoy. "He dicho que una reforma 'light' no vale". Ahora "la lideresa" como es conocida en el PP madrileño, ha dicho de nuevo que esa reforma aprobada por el Gobierno, "no le vale". Y explica sus argumentos: "Se ha tocado el despido, que ya he dicho millones de veces que no es lo importante, y no se ha tocado ni la negociación colectiva ni la contratación. Por tanto, la reforma se ha quedado en 'light', desgraciadamente para España", indicó en la Asamblea de Madrid. Añadió Esperanza Aguirre: "Aprovecho para lamentar que la reforma laboral no haya contado la facilidad de contratación, que es la verdadera diferencia de nuestro país con el resto de los marcos laborales del mundo occidental..., porque España necesita generar confianza ante los inversores extranjeros y españoles", dijo.
En la misma sesión de la Asamblea madrileña, el portavoz adjunto de IU en la Asamblea, Miguel Reneses, replicó a la dirigente madrileña que "exigía ajustes" y que hoy "ya hay ajustes sobre los más débiles y vulnerables", o que "exigía reformas estructurales sobre el mercado de trabajo y hoy las tiene encima de la mesa". "¿Cree usted que los problemas del mercado de trabajo son el coste del despido? ¿Lo han sido para más de dos millones de trabajadores que han perdido el empleo con esta crisis?", se preguntó el parlamentario, quien enumeró lo que, en su opinión, ha consistido esta reforma basada en el "despido barato". "Subvencionado con dinero público a la carta y con la merma de la negociación colectiva, rescindir el contrato sin tener que justificar la causa, convertir el contrato indefinido en un eufemismo... ¿le parecen reformas estructurales suficientes?", concluyó.
Es posible que Esperanza Aguirre deba ajustar sus opiniones a las que determine la dirección del partido, de probable abstención para que el decreto entre en vigor y pueda transformarse en ley...