Actualizado 17/09/2010 14:00

José Cavero.- El Gobierno defiende su reforma laboral.

MADRID 17 Sep. (OTR/PRESS) -

Con un cierto temor a que la reforma del mercado de trabajo quede "sepultada" o disminuida en su importancia por la huelga general del 29-S, el Gobierno parece decidido a salir en defensa de la norma, y en esa conducta cabe inscribir las manifestaciones del presidente, del todavía ministro Corbacho y de Octavio Granado. "La reforma laboral fue aprobada por la mayoría de este Parlamento, que imagino que para usted supone un acto de profundo respeto. Tanto respeto al menos como a lo que puedan decir los trabajadores oponiéndose legítimamente a través de los sindicatos", aseguró José Luis Rodríguez Zapatero en el pleno del Congreso. El presidente del Gobierno hacía frente de este modo, en la sesión de control, al diputado Joan Herrera (ICV), que actuó como portavoz de los sindicatos para exigir a Zapatero que escuche a los trabajadores que participen en la huelga general del 29 de septiembre y rectifique la reforma laboral.

"Esperamos que ustedes rectifiquen y que la huelga general sea la oportunidad para la reorientación hacia la izquierda. Ustedes, la izquierda resignada, el mascarón de proa de los recortes sociales, lo que tienen que hacer es cambiar y la huelga es la oportunidad para que cambien", aseguró Herrera. El diputado utilizó los precedentes de Felipe González y José María Aznar, quienes, tras sendas huelgas generales, modificaron las normas que dieron lugar a la protesta. González, tras el 14-D y con Manuel Chaves como ministro de Trabajo, modificó el Plan de Empleo Juvenil, y Aznar tras el 20-J de 2002 dio marcha atrás a su reforma laboral y hasta entregó la cabeza del entonces ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio. "Usted tendrá que rectificar porque hoy podemos ser pocos los que decimos así no en esta Cámara, pero en la calle somos mayoría los que decimos que su política de ajuste es injusta", aseguró Herrera. Sin embargo, Zapatero, reiterando en varias ocasiones su respeto hacia el derecho de los trabajadores y los sindicatos a hacer la huelga general, dejó claro que no dará marcha atrás. "Voy a mantener las decisiones políticas fundamentales, con la máxima capacidad de diálogo, por supuesto", dijo.

Y frente a la protesta en la calle situó la mayoría del Parlamento que aprobó la pasada semana la reforma laboral. Aunque fuera con los votos del PSOE y sin respaldo global de ningún otro grupo. El presidente del Gobierno hizo una defensa de la reforma laboral, de la que dijo que es preciso esperar el tiempo suficiente para comprobar su eficacia. Parecida defensa de la reforma laboral efectuó en la noche del miércoles el secretario de estado Octavio Granado. En el programa de TVE 59 Segundos. Granado se enfrentaba a los líderes sindicales convocantes de la huelga, Toxo y Méndez, así como a la candidata del PP Alicia Sánchez Camacho y el presidente de la CEOE, Díaz Ferrán, y aportó una serie de datos de interés sobre la importancia e idoneidad de la reforma, elaborada tras el fracaso de la negociación de centrales y patronal en la mesa del dialogo social.

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