MADRID 27 Dic. (OTR/PRESS) -
¿Tendríamos que replantear el concepto de propiedad intelectual? Por supuesto, y así va a ser aquí y en Europa. Hay distintas legislaciones en cada país y es un debate que ya está sobre el consejo de ministros de la UE. España no puede quedarse fuera de la protección de la propiedad intelectual, porque es tirar piedras contra nuestro propio tejado. Habrá que escuchar todas las voces y expertos y las necesidades de los usuarios y estar en ese proceso de cuáles son los nuevos usos que se dan. El Estado no debe imponer un modelo. Debe garantizar que los ciudadanos puedan acceder a los contenidos y tener cuidado con ciertos avances de empresas internacionales que se van haciendo con archivos a cambio de la digitalización, porque es muy caro.
La sociedad en democracia ha establecido unos vehículos de interlocución con la sociedad. Otros sectores como el agrario están más estructurados en asociaciones y el contacto con la sociedad es más fácil. Pero tenemos una interlocución buena con los consumidores y usuarios. Todo el sistema de financiación de la cultura ha desaparecido y eso hace, por ejemplo, que cada vez sea más difícil tener un estudio de sonido de grabación. Otro efecto es la pérdida de la diversidad cultural. La cultura gratis tiene el peligro de que sea una cultura de lo que se vende bien y es masivo y no de lo que es minoritario. Es lo que pasa con la cultura de los bestsellers, no es tan interesante como una cultura en la que haya bestsellers y ensayo. La ley se ha hecho escuchando a todas las voces y buscando el equilibrio entre todos los derechos.
¿De qué manera seguirá adelante con la ley? A tenor de las declaraciones hechas por los partidos estos días, sentándonos con ellos. Ahora se abre una puerta al consenso. Es importante que muchos partidos estén demostrando que esa ley sí es necesaria. Hay que mirar adelante para seguir avanzando. Que se esté produciendo este debate social es bueno. Antes era un asunto tabú. Yo no soy pesimista porque los hábitos se transforman, como pasa con el exceso de velocidad o el tabaco. Desde luego hay que transmitir otra imagen de este país y eso es lo que se proponía la LES. Soy consciente que la imagen que damos en el debate político no se corresponde con la realidad, que es mucho más positiva. Siempre hemos sido un país muy capaz de recuperarse y de reaccionar rápido y de salir de las crisis económicas con energía.
El canon digital es la compensación por copia privada. Ha sido así desde los años ochenta. Si prohíbes el canon, la gente no podría hacerse copias privadas, como en Inglaterra, donde está prohibida. Si lo que quiere el PP es denegar el derecho a la copia privada de los ciudadanos, que lo digan con todas las letras. De los 27 países de la UE, 22 permiten la copia privada. Otra cosa es que tengamos que cambiar el modelo de aplicación de la copia privada, porque nos obliga una sentencia europea. Es obligada hacer esa reforma, pero prohibir el derecho a la copia privada no lo haremos...