Actualizado 25/09/2010 14:00

José Cavero.- Montilla se disculpa por llamar gallego a Artur Mas

MADRID, 25 Sep. (OTR/PRESS) -

Hace unos meses, fue Rosa Díez quien descalificó el término "gallego" y hubo de disculparse por el mal empleo del gentilicio. Ahora, ha caído en el mismo desliz el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, y también se ha visto forzado a rectificar sus palabras. El calificativo de "gallego" fue empleado por Montilla en el Parlamento catalán para reprobar la indefinición de CIU en su posicionamiento con la reforma laboral, y desencadenó en Galicia una cascada de reacciones. Pues bien, esas muestras de indignación obligaron al presidente de la Generalitat a tomar un camino distinto al que emprendió Rosa Díez en febrero del 2010, cuando sostuvo que Zapatero era "gallego en el sentido peyorativo del término". Pocas horas después de que sus asesores descartasen un posicionamiento público para no alimentar la polémica, Montilla se descolgaba con un comunicado en el que pedía disculpas a todos los gallegos que se sintieron agraviados con sus palabras. El candidato socialista en las próximas elecciones catalanas encuadró la expresión en el ámbito coloquial, "sin ánimo de ofender a nadie", y mostró su más profundo "respeto y admiración" por los ciudadanos de Galicia.

Minutos antes de que tuviese lugar la rectificación del presidente de la Generalitat, el máximo mandatario gallego, Núñez Feijoo terciaba también en la polémica después de la reunión del Consello de la Xunta. El presidente gallego optó por predicar con el ejemplo y desplegó la "fina ironía que temos os galegos" (la fina ironía que tenemos los los gallegos) para quitar dramatismo a la descalificación de Montilla y achacarla al desconocimiento de su homólogo catalán. Después de subrayar que el líder catalán "equivócase e non coñece aos galegos", (se equivoca y no conoce a los gallegos) el presidente de la Xunta rehusó entrar en consideraciones sobre si sus palabras merecen la declaración de persona no grata, y apuntó que esa valoración le corresponde hacerla a los catalanes. Feijoo recordó con intención que allí las elecciones están a la vuelta de la esquina y que en aquella comunidad residen "miles e miles de galegos, que xa verán o que teñen que facer". (miles de gallegos que ya verán lo que tienen que hacer)

En términos más contundentes se pronunció el líder del BNG, Guillerme Vázquez, quien calificó el comportamiento de Montilla como algo impropio en quien ostenta un cargo público de esa relevancia. "Xa está ben de que os españois teñan interiorizado un concepto de galego pexorativo, seguindo a utilizar un concepto de galego que no seu día promoveu Lope de Vega", dijo. (Ya está bien que los españoles tengan interiorizado un concepto peyorativo del gallego, que en su día promovió Lope de Vega) La organización nacionalista lamenta que se haya convertido en una especie de costumbre en cargos políticos el uso de la palabra gallego para cuestionar al adversario, lo que supone una bajeza y la asunción de un tópico falso e hiriente.

La polémica respuesta de Montilla a CiU tampoco sentó bien en sus compañeros de filas en Galicia. La viceportavoz del PSdeG en el Parlamento, Mar Barcón, arremetió con dureza contra el líder del PSC. "Estas declaraciones son desgraciadas desde el punto de vista institucional, indignas por parte de un presidente y muy poco representativas de lo que para la izquierda significa la diversidad". Mar Barcón advirtió ayer que Cataluña es una comunidad que ha crecido, entre otras cosas, gracias al esfuerzo de miles de gallegos, hecho que destacaron también sus compañeros parlamentarios de otras formaciones. A este argumento recurrió también Alicia Sánchez Camacho, candidata de los populares a la presidencia de la Generalitat, que sostuvo que conductas públicas tan impropias evidencian el nerviosismo de Montilla, "preocupado por este final de etapa, caracterizado por la decadencia social y el deterioro económico". Conocidas las disculpas públicas del presidente de la Generalitat, CiU declinó hacer valoración alguna, al igual que ERC. Todo tiene ya color y sabor electoral....incluidos los deslices.

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