MADRID 18 May. (OTR/PRESS) -
Las recientes medidas del Gobierno, acuciado por la salida de la crisis y las reacciones que han suscitado, han originado una sensación de malestar y "moral baja" tanto en el Gobierno como en el Partido Socialista, y la correspondiente "moral de victoria" de sus adversarios políticos, particularmente el PP. Las declaraciones de unos y de otros atestiguan esos cambios de humor, así como las reacciones populares que es fácil comprobar: ABC destaca este lunes los pitos y abucheos que tuvo que escuchar Zapatero en su primera salida tras anunciar el recorte, si bien el jefe del Ejecutivo insistió en que los pensionistas mantendrán el poder adquisitivo. También lo relata La Razón: Bronca a Zapatero... Fue recibido con pitos y abucheos. Medio millar de manifestantes increpó al presidente con gritos de "fuera". Por el contrario, la euforia y felicidad es bien apreciable, por ejemplo, en Dolores de Cospedal sin duda afectada por la buena marcha que le vaticinan las encuestas.
La última, en La Razón, permite al diario afirmar que "Rajoy sí es una alternativa", y que más de la mitad de los votantes socialistas no confían en Zapatero para salir de la crisis, frente al 77 por ciento que reconoce que los recortes sociales del Gobierno pasarán factura al PSOE. Dice Cospedal que cuando el PP gane las elecciones, volverá a llenar las arcas y garantizará las pensiones en toda España. Y algunos políticos "periféricos" también empiezan a situarse ante una eventual nueva situación: Durán i Lleida dice que el cambio cada vez es más visible, y que "Zapatero ya no manda en España; se ha desplomado como una figura de barro". Según el líder convergente, la debilidad política de este Gobierno daña la credibilidad económica de España, y que no son éstos los mejores momentos ni en el Ejecutivo ni en la oposición. El presidente vive hipotecado por los sindicatos y el miedo a romper la paz social"... En cuanto a Zapatero, la Vanguardia lo observa tratando de rebajar el miedo al pensionazo tras el rechazo social y, mientras, antepone ahora el futuro del país a su personal devenir político y personal. También en Público se traslada la imagen de un Zapatero "que hizo el ajuste pensando en el futuro del país, no en el suyo".
La cuestión ahora es si el presidente y su partido remontarán esta situación o se irán con ella a las filas de la oposición. El diario ABC cuenta hoy ampliamente que el PSOE "se descose con problemas internos regionales en pleno declive de Zapatero" y que "salta la alarma en Ferraz ante la posibilidad de perder algunos de sus feudos autonómicos más sólidos". En ese repaso que hace a tales feudos autonómicos, insiste ABC en que "Madrid se les resiste a los socialistas" y se habla ya del eventual relevo de Tomás Gómez. Se refiere a "luchas fratricidas" en Valencia, a la posibilidad de perder Andalucía o a cómo Cospedal pisa fuerte en Castilla la Mancha, donde Barrera "ha marcado distancias con Zapatero para no caer arrastrado".
Pero no menos grave es que consideraciones de esa naturaleza se puedan encontrar en las páginas del diario El País. El sociólogo José Luis Alvarez sostiene que Zapatero culminó el pasado miércoles el proceso de ruptura de la conexión personal con sus electores y que ahora es sólo un político profesional, que ya no controla la política ni la economía. Lo único sobre lo que aún puede influir es en su sucesión". Así es, o por lo menos, así lo parece.