MADRID 23 Feb. (OTR/PRESS) -
No es precisamente nuevo, el desasosegante acontecimiento que se produjo en el final de la Copa del Rey de baloncesto, cuando se produjo una pitada que a muchos recordó otro suceso similar, acaecido en el final de la Copa del Rey de fútbol. En ambos acontecimientos deportivos se había luchado intensamente en el campo de juego y las reacciones se registraron fuera de ese campo, en las gradas. Los aficionados, por lo menos una parte de los reunidos esta vez en Mestalla para contemplar el Athetic-Barcelona, decidieron participar con una estruendosa pitada que hace sumamente difícil distinguir la música de fondo, la interpretación del himno nacional.
Como sucediera en la final de fútbol, don Juan Carlos y doña Sofía habían entrado pocos minutos antes de las siete de este domingo al pabellón de Bilbao donde el Real Madrid y el Barcelona iban a disputar la final. Unos pocos espectadores cercanos al palco les aplaudieron, mientras el resto del pabellón del Bizkaia Arena de Barakaldo pitaba y se oían algunos gritos de "fuera, fuera". Los pitos arreciaron durante la breve interpretación del himno nacional, que apenas llegó a sonar durante medio minuto, entre los silbidos. Esta vez, y en Mestalla, la marcha de Granaderos se prolongó durante 50 segundos y la pitada fue atronadora. Tan pronto como acabó el himno en Bilbao, el partido comenzó sin incidentes y siguió así hasta el final del tercer cuarto, cuando un aficionado del Real Madrid provocó a los aficionados vascos y la policía tuvo que intervenir. Media hora antes de comenzar el encuentro también hubo algunos improperios entre las aficiones del Real Madrid y del Bizkaia Bilbao al desplegar los primeros unas banderas españolas.
Las medidas de seguridad para el partido se habían extremado y hasta una hora antes del encuentro el público no había podido acceder a las gradas. Acompañaron a los Reyes en la final, entre otros, Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte; el lehendakari, Patxi López, y los presidentes del Real Madrid, Florentino Pérez, y del Barcelona, Joan Laporta. El partido batió récord de público en una final de la Copa del Rey: 14.814 espectadores. Se daba la circunstancia de que los Reyes asistían a una final de la Copa del Rey de baloncesto por primera vez desde 2001 como máximas autoridades en el palco. La pitada al himno español y a sus majestades fue mayoritaria en el Bizkaia Arena de Barakaldo, acompañadas por gritos de 'fuera, fuera' a la entrada de sus majestades en el pabellón, antes de iniciarse la final entre el Barcelona y el Real Madrid.
También hubo una sonora pitada cuando se escuchó por la megafonía del pabellón el himno nacional, aunque una parte de los seguidores sí habían recibido con aplausos a los Monarcas. Pese a haberse extremado las medidas de seguridad para el partido, ya media hora antes de comenzar el encuentro se produjeron algunos improperios entre las aficiones del Real Madrid y del Bizkaia Bilbao, al desplegar los primeros unas banderas españolas, incidentes que no pasaron a mayores. Ésta era la segunda vez que don Juan Carlos acudía a presenciar una final de Copa de baloncesto, después de que se estrenara en la edición de 2001 en Málaga, donde entregó el trofeo de campeón al Barcelona, que se impuso al Real Madrid, y dio el galardón del 'MVP' a Pau Gasol, mientras que doña Sofía se estrenaba en esta ruidosa cita.
Los diarios de este lunes prestan abundante atención a la cita deportiva que acabó en tumulto. Se cuenta en La Gaceta que don Juan Carlos fue abucheado por 14.000 radicales, que recibieron al Rey cantando "puta España" y cuenta que se exhibieron banderas proetarras. El himno nacional, añade, duró 35 segundos. En El Mundo se relata que la mayoría de aficionados abroncó a los Reyes, como hace unos meses en la final de la Copa de fútbol, y que apenas se pudo escuchar la Marcha Real entre gritos de fuera, fuera, pese a las excepcionales medidas de seguridad. El Periódico de Cataluña también destaca la pitada que recibieron el Rey y el himno: el público, añade, abucheó a los Monarcas antes de que se iniciara la final. La vanguardia apenas destaca la pitada a los Reyes y al himno.