MADRID 27 Abr. (OTR/PRESS) -
Ya es incuestionable que el PP ha avanzado en los últimos años hacia un partido de dos voces predominantes, las de su presidente y su secretaria general, Mariano Rajoy y Dolores de Cospedal, en comparación con el PP anterior de muchas más voces, las de González Pons, Javier Arenas, Ana Mato, Sáenz de Santamaría, García Escudero... Todas estas segundas voces se dosifican mucho más, y predominan las dos primeras autoridades, siempre a la espera de que interrumpa cualquier previsión la presidenta madrileña, lideresa Aguirre, por encima de cualquier oportunidad y conveniencia, excluidas las propias. Pero, en esa reordenación del partido, tanto a Rajoy como a Cospedal -"Mariano de Cospedal", les ha rebautizado conjuntamente José Blanco- les corresponde atacar en todos los frentes, aunque a veces se vean obligados a desdecirse, como recientemente sucedió con la aportación española a la deuda griega: primero dijo que era un disparate y horas más tarde rectificaba para dar su apoyo a tal aportación nacional.
En materia de Grecia, Rajoy nada y guarda la ropa: España aún no está como Grecia, pero hace los mismos disparates de endeudamiento que Grecia, viene a decirnos de manera permanente... Pero en el resto de las materias "domésticas" Rajoy y Cospedal suelen decir la última o penúltima palabra: la ruptura del estatuto manchego, autorizada por Rajoy ante las presiones de Varcárcel y Camps, le fuerza a viajar a Toledo a continuación para apaciguar los ánimos de los populares con Cospedal; la probable ruptura del pacto educativo obliga a Rajoy a argumentar que Gabilondo se ha situado en posiciones dogmáticas y partidistas, lejos del consenso. Como en los acuerdos de Zurbano, Rajoy se niega a aceptar que el PSOE pudiera aportar materiales suficientes para un "pacto de Estado"... En materia de Garzón, las posiciones son radicalmente distintas y distantes: Federico Trillo y el resto del PP han podido "masacrar" al juez de la Audiencia, pero cualquier defensa del mismo juez, o cualquier duda sobre lo que hacen el Supremo o Luciano Varela hacen poner el grito en el cielo a Rajoy y Cospedal, que llegan a coincidir en que se pone en peligro la democracia misma...
Cospedal ha reiterado en las últimas horas que el PSOE pone en riesgo la democracia o, como destacan algunos medios, "personas destacadas del Gobierno ponen en peligro la democracia". ¿Y por qué no algunos relevantes miembros del TS, o del TC, o de la oposición y los medios informativos?, cabe preguntar a doña Dolores, siempre ambigua a la hora de concretar sus acusaciones... Por cierto, que ya insiste en las que hizo el verano pasado y que en su momento produjeron "gran sensación": proclama ahora que "ni yo ni muchos nos sentimos hoy más seguros que este verano hablando por el móvil". Pero sigue sin revelar cuál era la razón de las acusaciones que formuló entonces. Precisamente porque ésa es la gran facultad de los líderes de oposición: la formidable impunidad con la que pueden pronunciarse, sin la menor necesidad de aportar pruebas ni de dar explicaciones a sus teorías. Y, por supuesto, la inefable circunstancia de que pueden mentir "con toda la boca", en la seguridad de que nadie les llevará la contraria. Dice Cospedal que "tenemos toda la confianza en el presidente valenciano Camps", cuando desde otro diario se señala hoy mismo que el horizonte judicial de Camps preocupa en la dirección del PP..., y en un tercer medio se asegura que el tribunal activa la investigación a la cúpula del PP valenciano por la Gürtel.
Pero, de igual modo, sería conveniente revisar lo que sostiene Javier Arenas en otras declaraciones de este mismo lunes en ABC. Dice Arenas que "toda la estrategia sobre Bárcenas ha estado marcada hasta el final por Rajoy". ¿Eso es bueno, o es una acusación contra el líder supremo del PP? Por cierto, que Arenas sorprende con otras "perlas": "A medio plazo será imprescindible un Gobierno de concentración y eso será posible sólo con Rajoy". O bien: "Hay jueces, fiscales y policías con un comportamiento no respetuoso hacia el Estado de Derecho, en el caso Gürtel". O bien: "El TC es el que es porque así lo decidió Zapatero. "Lo de Montilla es de juzgado de guardia". Con total impunidad y licencia para injuriar...