MADRID 19 Jun. (OTR/PRESS) -
Dicen los expertos, que una vez haya quedado superada la "rabiosa actualidad" de la crisis y de la deuda de los últimos tiempos, que volveremos al "menú tradicional" de informaciones frecuentes sobre el mundo de ETA "y alrededores", para hacer referencia a los abertzales y a Batasuna. No descartan, tales expertos, que ese "mundo de ETA y abertzales radicales" pudiera volver a merecer el protagonismo que ya tuvo en la legislatura anterior, cuando se produjeron las negociaciones para el final de la banda. Hasta que todo "estalló" en la voladura de la terminal cuatro de Barajas, con dos víctimas mortales y un altísimo coste en daños materiales.
Como entonces, Jesús Eguiguren es personaje muy a tener en cuenta en toda clase de contacto, comunicación o toma de temperatura en el mundo etarra. Y hoy, Eguiguren, presidente del Partido Socialista de Euskadi (PSE) e interlocutor del Gobierno con ETA en el último proceso de paz, llama la atención con su propuesta. Desde las páginas de El País propone que el lehendakari, Patxi López, y su socio, el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, lideren el proceso terminal de la banda terrorista. "Les ha tocado la misión de afrontar la pacificación y la futura reconciliación en Euskadi. No tengo dudas de que, si se arriesgan y abandonan prejuicios del pasado, tendremos el apoyo de todos los grupos parlamentarios y del conjunto de la ciudadanía vasca", señala el presidente del PSE en un texto que entregó este jueves al lehendakari López, y en el que resalta que "el proceso inicial de la paz debe estar básicamente en manos de las instituciones y los partidos vascos".
Eguiguren, en esta nueva fase de contactos de abertzales-batasuna-etarras, parte de la base de que ya ha terminado la etapa de los procesos de negociación con ETA, y comparte la tesis de los Gobiernos central y vasco de que la izquierda abertzale no debe ser legal hasta que la banda termine o condene al terrorismo etarra. "Nadie discute que la acción implacable del Estado de derecho y el acierto del ministro del Interior y la estrategia del Gobierno, nos están llevando a donde estamos", precisa. Pero también se muestra convencido de que se asiste a la etapa terminal de ETA, con una banda acorralada y una izquierda abertzale crítica con la violencia, y de que, en esta situación, el Gobierno vasco y los partidos deben tomar la iniciativa. "Habría que plantearse si se debe incentivar o impulsar la evolución de la izquierda radical, al tiempo que se es tajante en la exigencia de las garantías de rechazo a la violencia o apartamiento de ETA". Si se dieran esas garantías por la izquierda abertzale, Eguiguren considera que "las instituciones vascas se comprometerían a impulsar la incorporación de su representación política, a la elaboración de una agenda o método de reinserción, a implantar medidas humanitarias".
Esa agenda tendría que ser objeto de un consenso entre partidos vascos, insiste el dirigente socialista, que defiende que el Gobierno vasco y los partidos deben tomar la iniciativa, porque "la evolución [de la izquierda abertzale] no es irreversible y se ayuda más incentivando que manteniéndose pasivo". Cree, también, que la desvinculación de la izquierda abertzale de ETA "no debe verse como algo puntual y radical" y que, "como todo proceso de evolución, será confuso o contradictorio". Según Eguiguren, que la actual tregua implícita de ETA se convierta en el abandono definitivo de las armas, dependerá, en gran medida, de lo que haga en ese tiempo la izquierda abertzale. Es fundamental, para lograr este objetivo, que se organice y se tomen decisiones contra la lucha armada y pueda poner en marcha los mecanismos para forzar a ETA al cese definitivo". Llegado a este punto, Eguiguren se plantea que "lo que hasta ahora ha sido tan eficaz, como la ilegalización de Batasuna -de la que fue ferviente defensor en el PSE-, podría ser contraproducente en el futuro, pues impide el trabajo de la izquierda abertzale, lo que a su vez merma su capacidad para parar a ETA". Precisa, no obstante, Eguiguren, que, como nadie va a derogar la Ley de Partidos, "tendrá que ser la propia izquierda radical la que resuelva su problema".
Cree también que lo puede hacer con varias fórmulas, como aliarse con otras fuerzas o, simplemente, cortar el nudo gordiano y proceder a constituir, a través de una asamblea constituyente, un nuevo partido que condene la violencia y se acoja a la legalidad vigente y, desde las instituciones, ir planteando medidas políticas en defensa de sus seguidores. Esas son las ideas de Eguiguren, sin duda fruto de su "toma de temperatura" en los mundos abertzales y etarras...