Actualizado 11/09/2010 14:00

José Cavero.- Pulso y demostración de fuerza por la huelga del 29.

MADRID 11 Sep. (OTR/PRESS) -

De aquí al 29, con toda probabilidad, vamos a asistir a un pulso entre partidarios y contrarios de la huelga convocada por Toxo y Méndez. Este jueves, en la plaza de Vista Alegre, tuvimos oportunidad de contemplar la primera demostración de fuerza de los convocantes: se calcula que 16.000 delegados sindicales acudieron a la convocatoria de Toxo y Méndez apara "calentar motores". La exhibición se producía a la misma hora en la que el Congreso daba su aprobación final a la reforma del mercado laboral, que para los convocantes resulta ser una de las razones directas de la protesta. Las otras causas de la huelga son el ajuste del gasto público para funcionarios y pensionistas. Y no se sabe si también el recorte de los presupuestos de obras públicas decidido en Fomento, o algunos otros recortes...

Los convocantes de la huelga insisten en que son causas suficientes, y que el Gobierno no tendrá más remedio que rectificar tanto los recortes como la reforma laboral, y que eso sucederá tras el "huelgón" del 29-S. Las centrales, por si faltaba algo, o alguien, han añadido en las últimas horas a su convocatoria la relación de un grupo de artistas como Joaquín Sabina, Miguel Ríos y Juan Diego; escritores como Almudena Grandes, Eduardo Medicutti y José Manuel Caballero Bonald; y algunos periodistas que también se han adherido al manifiesto de la Cultura y la Universidad en apoyo de la huelga general. Dicho manifiesto, promovido por el mundo de la cultura y la universidad en Andalucía, se presentará en Sevilla el próximo 22 de septiembre y se han adherido, también hasta el momento, los poetas Luis García Montero, Benjamín Prados, José Carlos Rosales, Jesús Fernández Palacios y Milena Rodríguez. No hay duda de que la izquierda sigue teniendo influencia en zonas y personajes culturales, a los que ellos mismos, pretenciosamente, definen como "trabajadores de la cultura"...

En el manifiesto sostienen que la huelga general no afecta sólo al movimiento sindical, sino que es una "llamada a todos los ciudadanos dispuestos a manifestar su oposición a una Europa gobernada por mercaderes, sin lugar para la política y los espacios públicos del Estado". Además, consideran que se trata de una "llamada a los que no están dispuestos a que se recorten los valores cívicos, los derechos sociales y la dignidad de la ciudadanía". También es una llamada "a los trabajadores de la cultura porque no podemos dejar de lado los problemas que genera esta crisis al modelo cultural y educativo de nuestra sociedad; porque la inversión en formación y cultura no puede ser residual porque precarizará aún más el empleo de las industrias culturales". Explican los "trabajadores de la cultura" que se unen a este manifiesto no como un sector "distinguido" o más "conocido" que otros grupos de ciudadanos, sino porque "somos unos trabajadores, ni más ni menos que los demás".

Asimismo, consideran que por su dedicación "quizá sean un poco más conscientes que otros sectores de que la cultura es un bien irrenunciable y que tiene efectos multiplicadores beneficiosos en todos los aspectos de la vida". "Se trata de dejar oír nuestra voz contra los especuladores y sus cómplices y de levantar nuestra palabra contra los que quieren servirse del silencio para humillarnos y justificar sus negocios indecentes", apostillan en el manifiesto. En el texto acusan también al Gobierno de haber firmado un "pacto con la derecha y los empresarios para imponer medidas de una agresiva orientación neoliberal" y alertan de que "la crisis económica depende de una crisis más amplia, política y cultural, que está negando la autoridad de los gobiernos y sometiendo la vida cotidiana a los códigos de la soledad, la desigualdad y la renuncia a la solidaridad". "Se intenta evidenciar que los Gobiernos no pueden representar a sus votantes, ni defender sus intereses, porque están sometidos a las leyes de los mercados financieros. Pero no es verdad. Los gobiernos pueden y deben defendernos del asalto de los especuladores", concluye el manifiesto de la Cultura y la Universidad.

Frente a esa nueva exhibición de argumentos y de firmas, tenemos otras reacciones contrarias de estamentos profesionales, como los médicos, que rechazan la convocatoria y su seguimiento, por más que también muchos de estos profesionales hayan visto reducidos sus sueldos por causa del recorte del gasto público. Pero estamos viendo que ya hay una clara división de opiniones...

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