MADRID 20 Abr. (OTR/PRESS) -
Hasta la fecha, los datos de la trama Gürtel sobre la corrupción conocidos en distintas comunidades y en diversos personajes, se cree que no han tenido repercusión ni influencia en procesos electorales. Así sucedió en las tres elecciones que se han producido en ese clima, las de Galicia, País Vasco y Elecciones Europeas. Sin embargo, las más recientes encuestas electorales y sondeos, y las previsiones que hacen en la dirección del PP llegan a plantear un nuevo escenario, influenciado por unos cuantos datos y personajes de la corrupción en el partido. Los casos de Jaume Matas, y los casi setenta presuntos implicados de la trama Gürtel es seguro que incidirán en la elaboración de unas cuentas listas electorales del PP para las municipales y autonómicas del año que viene, y acaso también para las generales de 2012.
De hecho, ya se ha comprobado cómo el PP ha tachado de sus listas a tres diputados de la Asamblea de Madrid, y cómo se han dado de baja otros dos aforados del Congreso y Senado, Merino y Bárcenas, respectivamente. Pero está por ver en qué medida esos asuntos turbios terminan incidiendo en los resultados del PP valenciano, madrileño, gallego, balear..., los más alcanzados por los conocidos escándalos de corrupción. El propio presidente del PP, Mariano Rajoy, ha admitido que los casos de corrupción penalizan electoralmente, y que el caso Gürtel, en el que se han visto implicados dirigentes de su partido, "no es algo que servirá para sumar más apoyos". Lo dice en una entrevista publicada en el Diari de Girona, recogida por Europa Press, en la que asegura que, "a diferencia de lo que piensan algunos", considera que la corrupción pasa factura en las urnas, aunque confió que los ciudadanos valoren la respuesta dada por su partido tras destaparse la trama Gürtel. "Son hechos lamentables que están donde deben estar, en manos de la justicia. Hemos apartado a las personas implicadas de sus puestos políticos y ya no son militantes del partido", subrayó Rajoy, quien aseguró que luchará para evitar que estos casos se repitan. Al preguntársele si opina que ha protegido más al senador Luis Bárcenas que al ex presidente balear, Jaume Matas, Rajoy lo negó, alegando que ninguno de los dos son ya militantes del PP.
En las mismas declaraciones, Rajoy defendió que la reacción política de su partido ha sido de una "enorme exigencia" y que ahora es el momento de la justicia. "Lo más curioso es que esta exigencia no se plantee a la resto de partidos, cuando, en Andalucía, en el comité ejecutivo que ha elegido a Griñán, hay personas imputadas que siguen en sus cargos", dijo. Afirmó también que no conocía personalmente a la "mayoría" de las personas del PP involucradas en casos de corrupción. Sí conocía a Jaume Matas, del que se llevó una "sorpresa" y del que espera que pueda defenderse y demostrar "lo que quiera o pueda demostrar". "Estas cosas son muy duras y te sorprenden, pero no se pueden dejar sin respuesta política ni se pueden justificar de ninguna manera porque hacen un daño enorme a la imagen de la política", concluyó.
Rajoy se ha visto muy severamente criticado por los distintos "raseros" que ha empleado con los corruptos de su partido: trato de favor de Camps, castigo a Ricardo Costa, amabilidad con Bárcenas, dureza con su anterior amigo Matas, actitud ambigua con Esperanza Aguirre y sus "corruptos" y, en particular, con el que fue alcalde de Pozuelo, Jesús Sepúlveda, ex marido de Ana Mato, primero destituido y posteriormente designado consejero del propio Rajoy con despacho en la sede del PP...