Actualizado 22/12/2010 13:00

José Cavero.- Rosell, superpatrón.

MADRID 22 Dic. (OTR/PRESS) -

Acertaron las apuestas, y el presidente de la catalana Fomento del Trabajo, Joan Rosell, resultaba al mediodía de este martes vencedor en las elecciones para presidir la patronal española, la CEOE, y sustituir así a Gerardo Díaz Ferrán. Rosell logró 444 votos frente a los 247 que obtuvo su rival, el presidente de la patronal andaluza, Santiago Herrero.

Antes de conocerse el resultado de la votación, el hasta ahora presidente, Gerardo Díaz Ferrán, se había despedido con duros reproches al Gobierno y a los sindicatos. Unas horas antes de cerrarse las urnas para elegir a su sucesor, entre el catalán Juan Rosell o el andaluz Santiago Herrero, Díaz Ferrán, acosado por los tribunales a causa de la gestión fallida de su grupo empresarial, ha afirmado que si el Ejecutivo hubiera escuchado sus propuestas, el país estaría ahora más cerca del final de la crisis. "Hemos sido descalificados desde el Gobierno por propuestas que, luego, las han adoptado", dijo Díaz Ferrán. "Si el Gobierno hubiera hecho caso a nuestras propuestas, se habría evitado el actual grado de deterioro de la crisis" y la recuperación estaría más cerca", afirmó también antes de denunciar que, tras ser criticados por sus ideas desde el Ejecutivo, "luego han sido adoptadas por el propio Gobierno de forma parcial y tardía". Otros descalificativos que ha dedicado al Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero ha sido que, primero, negó la crisis y luego la ha gestionado "mal". También ha hecho un hueco para la autocrítica -que muchos de sus oyentes de la patronal entendieron que era excesivamente tibia- al disculparse de todos los "errores" que ha podido cometer, ya que se va con el fracaso del diálogo social y el bloqueo a la reforma de la negociación colectiva sobre sus espaldas.

Además, ha asegurado que, a pesar de todas las dificultades vividas, los años que ha dirigido la CEOE han sido "apasionantes" y le han permitido conocer y valorar mejor a los empresarios. "Sé que me comprenderéis si os reitero que en estos momentos delicados me siento orgulloso de ser empresario", ha insistido. Con vistas al futuro, afirmó que con la elección de un nuevo presidente, la CEOE comienza una nueva etapa, en la que está adecuada a los tiempos, es independiente, transparente, participativa y tiene un mayor grado de profesionalidad. Recurriendo a un símil marino, el hasta ahora dirigente de la CEOE ha afirmado que el capitán "pude tener problemas, pero que el barco navega a velocidad de crucero, porque la nave está construida entre todos". Y para concluir su intervención, ha dicho: "No me despido de vosotros porque nunca me despido de los amigos".

Probablemente el balance que hagan de su gestión sus compañeros de dirección de la patronal haya sido mucho menos benevolente que el del propio interesado...

En cuanto a Rosell, el nuevo superpatrón, Joan Rosell, sumó 241 avales con apoyos de 62 organizaciones (entre ellas, Confemetal, Químicas, Farmaindustria y Madrid, además de Cataluña) frente a 77 de sus oponentes (44 de Herrero y 33 de Banegas), que contaron con Andalucía y Tecnología como principales organizaciones. No obstante, el voto era individual e indelegable y no en bloque. Todavía ayer mismo, poco antes de la votación, según ambas partes, seguían recibiendo adhesiones que confirmaban esa circunstancia. De ahí que el dirigente andaluz asegurara que contaba con el 63 por ciento de respaldo de la Asamblea, compuesta de 819 miembros. No obstante, una cincuentena de ellos no podían votar al no estar al corriente de pago de cuotas.

Rosell llegaba con el cartel de favorito y comprometiéndose a realizar una tarea continuista. Había dicho durante la campaña que "se puede renovar la organización sin romper con lo que hay", y no se descarta que proponga a su antecesor, Díaz Ferrán, para ocupar la presidencia de la Fundación de la CEOE. Sus propios adversarios en las elecciones de ayer lo habían tachado de continuador, y habían criticado que se mantuviera al margen de dos cuestiones como la sentencia del TC sobre el Estatut catalán y la posibilidad que defiende Artur Mas de pedir un concierto económico para Cataluña. Es seguro que Rosell prefería aparecer como neutral en dos materias que le hubieran podido comprometer. Rosell, a sus 53 años tiene tras de sí el ejercicio previo de haber presidido la patronal catalana Foment, e hizo valer esa experiencia y el provenir de una familia de emprendedores y con larga gestión al frente de equipos humanos "que pagan nóminas y negocian convenios económicos".

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