MADRID 25 Feb. (OTR/PRESS) -
Resulta evidente que el Caso Faisán existe y se prolonga semana tras semana gracias a un doble empeño: primero, el de algunos medios informativos que se decidieron a no dejar que pasara inadvertido un asunto que pudo haberse olvidado como, posiblemente, tantos otros "favores" que el Gobierno y la Policía hicieron a la banda ETA en las semanas en las que parecía que el acuerdo con la banda terrorista estaba al alcance y que había que favorecer cualquier circunstancia para no impedirlo. Los extorsionadores de ETA se vieron inicialmente libres por culpa de aquel chivatazo que se proporcionó en aquellas fechas. ¿Para qué añadir más leña a un fuego que parecía ya en franca fase de apagado y extinción? Pasado el tiempo, una vez que cambiaron las circunstancias y el acuerdo de paz con ETA pasó a la historia y pese a que los extorsionadores proetarras ya habían sido encarcelados aparece o renace el caso Faisán y desde algunos medios informativos y desde el PP se plantea al Gobierno la necesidad de que aporte toda la luz posible a aquellos hechos, considerados gravísimos.
De manera que, como parte de esa estrategia de impedir que el asunto se archive y se olvide, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ve urgido a contestar a preguntas sobre la materia semana tras semana, en la sesión de control del Gobierno por el Congreso. Desde el PP se sostiene que alguna vez Rubalcaba "terminará cantando", porque es evidente, dicen, que sabe mucho más de lo que cuenta cada miércoles..., y van ya quince. Este miércoles Pérez Rubalcaba respondió, de nuevo, a dos preguntas del PP, de los diputados Gil Lázaro y Cosidó y explicó que "la Cámara que representa a todos los españoles no merece la pena que le dedique ni un minuto" a contestar asuntos relacionados con el caso 'Faisán' y ha vuelto a eludir contestar las cuestiones vinculadas al presunto chivatazo a los etarras del bar Faisán. Pérez Rubalcaba ya disimula mal la incomodidad que le ofrecen las preguntas del PP, a veces varias, sobre la misma cuestión.
Esta vez, en respuesta al diputado popular Ignacio Gil Lázaro, el titular de Interior ha sostenido: "El número de mentiras, verdades a medias, que ha utilizado en su intervención me haría imposible rebatirlas. Yo confío en la justicia. Usted dice cosas en esta Cámara que me planteo si mi obligación es contestarlas, y además con una voz ensayada para el asunto. El otro día no le contesté y hoy voy a hacer lo mismo". Las palabras de Rubalcaba se producían después de la batería de preguntas que el PP ha esgrimido para volver a cargar contra el Gobierno por el caso 'Faisán'. Gil Lázaro ha asegurado que "el chivatazo se decidió al más alto nivel para proteger la negociación con ETA. Repugna que el comisario de información tardara tres días en poner en conocimiento del juez el chivatazo. Repugna sobre todo que usted, señor ministro, se haya atrevido a decir en esta Cámara que el día del chivatazo fue un día tranquilo en Interior". Para el diputado del PP, tanto Rubalcaba como el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "pensaron que podían orillar la ley bajo el manto protector del fiscal del Estado".
Asimismo, Gil Lázaro ha vuelto a acusar tanto a Rubalcaba como a Zapatero de ser "la X del Caso Faisán" -según las acusaciones de GAL, en su día-, aunque ha proclamado que "al final se sabrá la verdad". En este sentido, el diputado del PP Ignacio Cosidó ha asegurado que "el caso Faisán es la mayor vergüenza que se ha cometido en la lucha contra ETA en este país" y ha agregado que Rubalcaba fue nombrado ministro del Interior "para gestionar la paz social de ETA y con una connivencia de una parte de ETA según hemos podido saber en escuchas". Rubalcaba ha respondido que "acato y respeto un auto judicial", pero se ha remontado a las diferentes treguas de ETA para defender que el Gobierno siempre se ha mantenido firme en la lucha contra la banda. "Cuando la tregua de 1999, siempre estuve del lado del Gobierno. Y si usted compara las detenciones, en la tregua suya, que es la mía, hubo 50 detenciones y en la mía, que no es la suya, hubo 100 detenciones. Soy servidor del Estado y cumplo con el Estado", ha sentenciado el ministro Rubalcaba.
El ministro, por su lado, y los diputados del PP Gil Lázaro y Cosidó se han hecho expertos en preguntar y repreguntar sobre la misma materia, en un singular caso de ocupación del espacio parlamentario. Saben de antemano qué se dirán los unos y el otro, pero los "populares" no quieren abandonar la cuestión y esperan, alguna vez, "cobrar pieza". Pero han dado con un difícil y tenaz interlocutor, decidido a mantener el tipo a pesar del asedio.